Ahora que llega el frío, Asunción (pensionista de 80 años) lo va a pasar mal, como todos los inviernos. "Tendré que elegir entre comer o calentarme. O compro comida o pago la calefacción... las dos cosas es imposible". Lo que para el resto de las personas son servicios de primera necesidad, para ella son lujos. Con su pensión, que roza los 500 euros, no se puede permitir perder ni un céntimo de más.

Su caso parece extremo, pero es más habitual de lo que parece. El 33,38% de los madrileños mayores de 65 años viven bajo el umbral de la pobreza, según estudios de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT.

El límite oficial de este umbral en España (según el INE) se establece  en el 60% de la renta familiar media. Es decir, si es una persona sola, vive con menos de 512 euros mensuales; y si son dos cónyuges, ingresan menos de 768 euros al mes entre ambos. Las personas por debajo de estos ingresos se consideran pobres.

En la región hay 298.892 ancianos que atraviesan esta situación, un 11,2% más que hace dos años, cuando se hizo el anterior informe. "Los mayores son los primeros que notan las crisis, por el encarecimiento de los servicios básicos y la congelación o subidas mínimas de las pensiones", explica el secretario general de la Unión de Jubilados de UGT, Pablo Navarro.

Viudas e inválidos

Las más afectadas son las mujeres que nunca han trabajado y se quedan viudas: al morir su marido, se encuentran solas y con una pensión de viudedad con la que no llegan a fin de mes. También pasan apuros los mayores que no han cotizado y cobran pensiones no contributivas, como las de invalidez.

Para aguantar, necesitan reducir su calidad de vida. "Pasan frío porque no ponen la calefacción, van a oscuras por casa para no gastar luz, compran comida barata, se recorren todo el barrio en busca de ofertas, e incluso ahorran en productos de higiene", apunta Raquel Manjavacas, gerente de la Confederación de Mayores (Ceoma).

La subida de impuestos municipales y la que prepara el Gobierno les pondrá la puntilla. "Precisamente piensan subir el IVA y el IRPF, los dos tributos que más daño hacen a estas personas", critica Manjavacas.

Los precios se disparan, pero las pensiones suben poco. En los últimos cinco años, los ancianos madrileños han perdido el 12% de su poder adquisitivo. Ésa es la diferencia entre lo que ha subido el IPC y el incremento de sus pagas. Y eso, a pesar de que en la última legislatura, el Gobierno de Zapatero ha incrementado un 30% las pensiones mínimas. Para el próximo año, las pensiones prácticamente se congelarán, con una pequeña subida del 1%.

Dolores Pérez. Pensionista, 87 años:"No vivo en la miseria porque mi familia no lo permitiría, si no..." Para Dolores, llegar a fin de mes es una aventura: "Tengo una invalidez y no cobro ni 500 euros de pensión. Con eso pago el alquiler en Delicias, la luz, la limpieza de la escalera, el agua, el gas... y lo que me sobra, para comer".

Aun así, Dolores tiene la suerte de tener familia: "Mis sobrinos están muy al tanto conmigo, siempre están pendientes. Soy pobre y delicada, pero no vivo en la miseria porque mi familia no lo permitiría... si no fuera por ellos..." Para exprimir su pensión no puede darse "caprichos". Entre esos caprichos, según ella, está la calefacción: "Si pongo la estufa, la factura sube mucho, así que me pongo la manta y aguanto el frío". Incluso, ahorra en alimentación: "No como mucho, se me va el mes sin darme cuenta".