Pide su ingreso en una residencia para no seguir "arrastrándose" por su discapacidad

  • Francisco Aguilera, con un 87% de minusvalía, vive en un cuarto piso de un edificio sin ascensor.
  • Tiene hematomas en todo su cuerpo por subir y bajar "a rastras" los 216 escalones que distan del portal a su casa.
  • Asegura que no puede seguir viviendo así.
  • Sólo pide que se agilicen los trámites para entrar en un centro.
Una persona en silla de ruedas.
Una persona en silla de ruedas.
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Una persona en silla de ruedas.

Francisco Aguilera, un gaditano residente en La Barca de la Florida, se ha prestado a mostrar lo costoso de su rutina diaria, para que sus críticas sean, quizá, escuchadas al fin. En el 2003, quedó postrado en una silla de ruedas, con un 87% de minusvalía, tras haber sufrido un infarto cerebral. Desde entonces, su vida cambió radicalmente; y a pesar de sus esfuerzos por integrarse, todavía existen ciertas 'barreras' que se lo impiden.

Francisco critica el hecho de que para llegar hasta su piso, en una cuarta planta, tenga que subir "a rastras", algo que considera inaceptable.

El hombre, de 46 años de edad, ha explicado a Europa Press que lleva "una vida arrastrada", literalmente; por el simple hecho de vivir en un edificio que no tiene ascensor. La arquitectura del inmueble impide la instalación.

Nada más y nada menos que 216 escalones distan del portal a su casa. Cada día, Francisco tiene que aparcar la silla de ruedas en el rellano de la escalera para posteriormente, tirarse al suelo y sentado, de espaldas, subir poco a poco todos los escalones hasta llegar a su vivienda. La bajada, aseveró, se hace más llevadera aunque en su descenso sigue recibiendo los golpes de cada escalón.

Además, según él mismo indicó, baja a la calle "dos veces al día" para pasear. Sin embargo, esta rutina podría verse truncada por su grado de minusvalía y el desmesurado esfuerzo diario.

"Por el momento intento bajar dos veces al día, pero ya mismo no podré bajar porque se me están acabando las fuerzas y me asfixio cada vez más", lamentó este jerezano con dificultad debido al grado de minusvalía que padece, que le ha provocado además una parálisis facial.

Hematomas por todo el cuerpo

Francisco aseguró que de arrastrarse por las escaleras de su edifico para poder subir y bajar, tiene hematomas por todo el cuerpo. De hecho, mostró la faja y las rodilleras que cubren su cuerpo, para evitar hacerse más daño.

Lo único que pide este jerezano es que se agilicen los trámites para su ingreso en un centro o residencia, ya que, como él mismo manifestó, así no puede seguir viviendo. "No pido dinero ni una casa, sólo mi ingreso en un centro o una residencia", reiteró.

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