Lipasam refuerza el servicio de limpieza de las calles contra los 'rebuscabasuras'

  • Los indigentes rumanos son un problema generalizado en Sevilla.
  • Triana, San Jerónimo o Los Remedios, entre los barrios más afectados.
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Una indigente rumana rebusca en los contenedores en Triana.
Una indigente rumana rebusca en los contenedores en Triana.
M.F.
Una indigente rumana rebusca en los contenedores en Triana.

Un carrito de bebé o de supermercado y un palo metálico. Esos son los únicos elementos que necesitan para rebuscar entre la basura. Los indigentes rumanos que viven junto al río traen de cabeza desde hace meses a los sevillanos y al servicio municipal de limpieza, Lipasam. Durante todo el día, rebuscan en los contenedores cualquier cosa que les pueda servir y dejan basura en la vía pública.

A la centralita de Lipasam no paran de llegar llamadas de vecinos hartos de soportar este problema a diario. Camas, en la provincia, junto a Triana, Los Remedios o San Jerónimo se encuentran entre los afectados. "Vienen desde por la mañana y dejan la calle hecha un asco, con las bolsas abiertas y volcadas, generando mal olor. Les llamas la atención, pero no sirve de nada porque al rato, viene otro», se queja Josefa Navarro, una vecina que vive cerca del Muro de Defensa, uno de los puntos donde más acuden.

«Empezaron en invierno»

Fuentes de Lipasam reconocen a 20 minutos que éste es «un problema generalizado en la ciudad. Empezó en invierno pasado y cada vez ha ido a más». Para intentar paliarlo, la empresa ha reforzado la limpieza diurna con un servicio de repaso de operarios a pie que vigilan mañana y tarde las calles donde acuden estos indigentes.

«La solución sería soterrar los contenedores para que no puedan acceder», pero admiten que esto es una medida muy cara y el Ayuntamiento, por ahora, sólo prevé instalarlos en el Distrito Sur y en la calle Asunción, aprovechando las obras de peatonalización.

Contra los asentamientos

Vecinos de San Jerónimo-Alamillo han declarado la lucha a los asentamientos ilegales de familias rumanas cerca de sus pisos. Acampan en la antigua nave de Renfe donde «hacen sus fogatas, necesidades y llenan de basura y chatarra los alrededores».

Además aseguran que «el clima de inseguridad es total al tener que soportar sus continuas peleas, hurtos en los comercios cercanos, así como la imagen de sus continuos paseos con chatarras y escombros». Han pedido al Ayuntamiento una solución.

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