Esta vez me llegó tras ver cómo iban desapareciendo algunos grandes actores de comedia. De repente, me entró un deseo de homenajear a intérpretes como Manolo Gómez Bur, José Luis López Vázquez, Tony Leblanc... Es una visión más descarnada y humorística.

¿Lo hace pensando en los espectadores más jóvenes?

Sí. Me ve gente que no sabe que hice Anillos de oro, no conocen nada de mi trabajo... Mi objetivo es transmitirles también los aires de la comedia española.

¿No le cuesta adoptar este nuevo tono humorístico?

No soy un cómico en potencia, pero me está gustando trabajar este estilo.

¿Echa mano de algún modelo cercano?

Mi padre es uno de mis puntos de inspiración. Voy tomando notas. Por ejemplo, cuando no tiene argumentos, grita. Ahora tiene 73 años y se va haciendo entrañable y gracioso.

¿Ha trabajado con los guionistas el nuevo Antonio Alcántara?

Soy un sátrapa y hago lo que quiero con los guiones. Pero luego, cuando ven los cambios, incluso me lo agradecen.

¿Y le dejan?

Después de 100 capítulos es muy difícil imponer las cosas. Me llevo bien con todos ellos. Aunque también prefiero darles algunas sorpresas.

Vamos, que los debe llevar de cabeza.

Aseguran que hubo un episodio en el que no dije ni una de las palabras que había en el guión...

¿Les ha dado alguna idea argumental?

Me inventé toda una escena criticando la lencería francesa y la ausencia de felpa. Eso fue un verdadero escándalo hace años.

Con tantas temporadas de trabajo en la serie, ¿siente su adicción?

Me tiene enganchado, pero no soy de los que se aferra a que esto sea eterno.

Pero no siempre le ha gustado este medio...

Yo era un antitelevisivo. Tenía miedo a hacer las cosas rápido y mal. Cuando he trabajado mal, me he largado.

El ritmo de rodaje se ha distanciado más. ¿Ahora tiene tiempo para otros proyectos?

Sí. He hecho y producido una película sobre el mundo del tuning que se estrena en enero. Es una versión de una peli francesa que tuvo mucho éxito.

* TVE 1; 22.00 h.

Bio

Nació el 26 de abril de 1956 en Riaño (León), pero pasó su infancia en Éibar (Guipuzcoa). Abandonó sus estudios de peritaje industrial para dedicarse a la interpretación.