Investigan el asesinato del portero de un edificio de Ciudad Lineal: el cadáver estaba dentro de la vivienda de un vecino

Policía investiga el hallazgo de un cadáver con signos de violencia en un domicilio de Ciudad Lineal
Agente de Policía Nacional subiendo a un furgón
POLICÍA NACIONAL
Policía investiga el hallazgo de un cadáver con signos de violencia en un domicilio de Ciudad Lineal

El Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Madrid investiga el hallazgo de un cadáver que presentaba signos de violencia en un piso del barrio de Pueblo Nuevo, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. El cuerpo pertenece a Esteban, natural de Zamora y de 68 años, que trabajaba como portero de la finca ubicada en el número 366 de la calle Alcalá, donde lo encontraron muerto.

Durante la madrugada del jueves, los agentes encontraron el cadáver del hombre, cuya desaparición se investigaba desde hacía varios días, con una herida mortal de arma blanca en el cuello. Estaba dentro del domicilio de Alfredo, un vecino del primero C del mismo bloque donde trabajaba Esteban, según El País. El sospechoso está desaparecido.

Así fueron las últimas horas de Esteban

El rastro del portero se perdió durante la tarde del pasado martes, 10 de octubre. Poco antes había acompañado a su hijo a recoger a su nieto a la guardería. Al llegar a casa, donde los esperaba la abuela, merendaron juntos y Esteban bajó de nuevo a la portería para continuar con su jornada laboral. La familia vivía en el edificio desde hacía años, ya que Esteban era el portero de la finca. Incluso su hijo se había comprado un piso en el mismo bloque para vivir cerca de sus padres.

Las alarmas saltaron cuando Esteban no regresó a casa tras terminar su jornada, a las 20.00 horas. Su familia fue a buscarlo por el barrio, esperando que se hubiese despistado, ya que su móvil estaba localizable, según declaraciones del hijo de la víctima que recoge El País. También llamaron a los hospitales, pero no estaba allí. Fue entonces cuando acudieron a la comisaría para denunciar la desaparición del hombre.

A primera hora del miércoles, 11 de octubre, el hijo de Esteban solicitó ver las cámaras de seguridad de la finca donde residían y donde trabajaba su padre. En ellas, pudo observar como sobre las 18.00 horas del martes el portero subió las escaleras que van a dar a tres viviendas del edificio. Nunca volvió a bajar, pero sí uno de los propietarios, Alfredo. El hombre, que vive en el primero C, abandonó el edificio poco después con una bolsa en la mano.

Encontraron el cuerpo en casa del vecino

Tras ver las imágenes, el hijo de Esteban alertó a la Policía Nacional, que acudió al edificio al mediodía del miércoles. No tenían una orden judicial, por lo que no pudieron acceder a la vivienda del sospechoso. Alfredo vivía solo en el piso desde la muerte de sus padres, que eran joyeros y habían dejado una buena herencia a su hijo. 

El hombre había dejado de pagar las facturas y trataba de vender objetos de su casa a varias personas, entre ellas Esteban. Los vecinos del bloque apuntan al perfil "un poco extraño" del titular de la vivienda, a quien atribuyen problemas de adicción al juego.

Los agentes estuvieron llamando a todas las viviendas del bloque para comprobar que Esteban no estaba en ninguna de ellas. No fue hasta las dos y media de la madrugada del miércoles al jueves, 12 de octubre, cuando recibieron por parte del juzgado el permiso de entrada en la casa de Alfredo.

En el lugar, se personaron tres dotaciones de bomberos, que entraron en la vivienda a través de una ventana. Eran las tres de la madrugada cuando encontraron el cuerpo de Esteban boca abajo con una lesión de arma blanca en el cuello. No había ni rastro del propietario, a quien todavía siguen sin localizar.

Vecinos del inmueble donde ha ocurrido el crimen han recordado, en declaraciones a Europa Press Televisión, el carácter "alegre" y "amable" de la víctima y la relación con su familia, en especial con su nieto.

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