Los vehículos compartidos, el préstamo de los mismos o, como popularmente se conoce, carsharing, es un modelo en auge en los barrios madrileños de renta media, según el estudio El ‘car-sharing’ en las ciudades: una estrategia de doble filo, del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”.
Pese a que estas zonas tienen una mayor concentración de vehículos privados por hogar, el citado estudio sugiere que los usuarios de estas áreas recurren a esta modalidad de vehículo compartido (y principalmente eléctrico) para complementar la red de transporte público.
No obstante, las opciones de transporte público son más escasas en los barrios de renta media. Por este motivo, esta investigación destaca que la mayoría de los usuarios recurren al carsharing ante las insuficientes alternativas de movilidad pública.
"La evidencia sugiere que la mayoría de los clientes habituales del carsharing recurren a este servicio para complementar las escasas alternativas de movilidad", afirma Mateus Souza, coautor del estudio e investigador del EnergyEcoLab de la Universidad Carlos III de Madrid.
"La mayoría de los clientes habituales del 'carsharing' recurren a este servicio para complementar las escasas alternativas de movilidad"
Barrios periféricos
Pese a concentrar más coches privados por hogar en los barrios de renta media, el estudio concluye que el carsharing es más popular en estas zonas. Sin embargo, la cifra de automóviles particulares es más baja en el centro por la escasa disponibilidad de aparcamiento y por las múltiples opciones de transporte público en el centro de la capital.
El caso de la periferia es muy diferente. Los barrios situados en los alrededores del centro de la ciudad concentran un mayor número de vehículos privados. Por esta razón, la tasa de uso de carsharing se incrementa de manera sustancial: "Para los clientes que viven fuera del centro, el carsharing resulta particularmente atractivo como alternativa al vehículo privado para contrarrestar las insuficientes opciones de transporte público", indica Catarina Pintassilgo, coautora del estudio e investigadora del EnergyEcoLab de la Universidad Carlos III de Madrid.
"El carsharing resulta particularmente atractivo como alternativa al vehículo privado"
Perfil de usuarios y uso
El análisis llevado a cabo por los investigadores Natalia Fabra, Catarina Pintassilgo y Mateus Souza revela otros datos interesantes. Por ejemplo, que la mayoría de usuarios recurren a servicios de carsharing con fines de ocio. Posiblemente por esta razón, el día en el que registra mayor uso temporal de vehículos es el viernes. En contraste, los clientes de rentas más altas recurren a los vehículos compartidos para desplazarse al trabajo.
Estrategia de doble filo
- Este tipo de movilidad contribuye a reducir el tránsito urbano y la contaminación. Pese a ello, los investigadores advierten que estos efectos no serán positivos si se recurre al 'carsharing' en sustitución del transporte público o de los desplazamientos a pie o en bicicleta, coyunturas que podrían generar el efecto contrario.
Por otro lado, este servicio de coche compartido sin estacionamiento se ha popularizado en julio, mes en el que el tráfico convencional disminuye: "Resulta interesante comprobar que el peso del carsharing es relativamente mayor en momentos de menor tráfico, por ejemplo, durante los fines de semana o en el mes de julio", señala Natalia Fabra, coautora del estudio y miembro del equipo de EnergyEcoLab.
"El peso del carsharing es relativamente mayor en momentos de menor tráfico"
Finalmente, los investigadores han confirmado que la renta neta anual media de la muestra empleada en la investigación rondaba los 20.000 euros, una cifra sensiblemente superior a la media del municipio de Madrid, situada en los 16.700 euros, datos que dejan entrever que el carsharing es un servicio disponible únicamente en barrios de renta media y alta.
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