Crisis. Normalmente, la gente piensa en datos, en números como 112.649, los parados que ahora hay en la Región de Murcia. Pero detrás de esas cifras hay historias. Como la de Félix Martínez.

Este hombre de 39 años, de Villanueva del Segura, aparca su coche cada día en la avenida de los Castaños, la que une Molina de Segura con las urbanizaciones de Altorreal y El Chorrico. Saca una silla plegable y sobre el vehículo coloca un cartel: «Fontanero. Busca trabajo. 20 años experiencia. Oficial». Allí pasa ocho horas cada día, para encontrar algo.

«Mi mujer está enferma y en paro y además tengo hipoteca y un niño que alimentar», explica Félix. «Sólo la letra del piso nos come todo, porque mi mujer tiene una ayuda de 300 euros por el niño pero la letra son 500 euros. Ya debo dos meses».

Junto a Altorreal lleva dos semanas: «He estado en la playa, en polígonos industriales... ahora llevo dos semanas aquí, porque hay urbanizaciones cerca y se ven buenos coches». Su presencia en la zona ya le ha reportado alguna chapuza: «Ya ha venido alguna mujer para preguntar, con alguna avería... me da 20 o 30 euros y más o menos me da para comer con eso y con la ayuda de mis padres».

El motivo de la crisis, para Félix, tiene que ver con «la bajada del ladrillo y con los ecologistas, porque el Gobierno no se moja cuando quiere hacer una urbanización y no le dejan porque hay un ave rapaz anidando».

Félix, que reconoce que el primer día que pidió trabajo así «pasó vergüenza», no es muy optimista con su futuro: «Ya tengo la tienda de campaña comprada y el camping gas preparado por si el banco me echa de mi casa».

Mientras, pasa el tiempo «escuchando música, leyendo o mirando coches, que me gustan mucho».