La Policía de Memphis (Tennessee) ha suspendido este lunes a un sexto agente en el marco de la investigación abierta por la paliza mortal al joven afroamericano Tyre Nichols durante su arresto por una supuesta infracción de tráfico.
El agente Preston Hemphill, contratado en 2018 y de raza blanca, fue suspendido cuando comenzaron las pesquisas, pero su nombre no se había facilitado hasta ahora.
Su abogado, Lee Gerald, indicó en un comunicado difundido a la prensa que su cliente estuvo presente cuando los agentes interpelaron en un primer momento al joven, pero no en el segundo lugar de los hechos, cuando Nichols fue alcanzado y golpeado por cinco policías tras haber escapado corriendo de su primer encuentro con los agentes.
"Está cooperando en esta investigación", añadió el letrado en su nota.
Los otros cinco agentes -todos ellos afroamericanos- están detenidos y se enfrentan a varios cargos penales por la muerte de Nichols, al que arrestaron el 7 de enero en Memphis.
Despidos en el Departamento de Bomberos
Dos técnicos médicos de emergencia y un teniente del Departamento de Bomberos también han sido despedidos por su respuesta ante el incidente violento que sufrió Nichols el pasado 7 de enero con miembros de la ahora disuelta unidad SCORPION, ha dicho este lunes la jefa de bomberos de Memphis, Gina Sweat.
Los técnico Robert Long y JaMichael Sandridge, además de la teniente Michelle Whitaker han sido despedidos, según el comunicado del departamento.
Una investigación concluyó que los dos técnicos de emergencias médicas "no realizaron una evaluación adecuada del paciente Nichols" después de responder basándose tanto en la llamada inicial (que rociaron a una persona con gas pimienta) como en la información que les dijeron en el lugar, dice el comunicado de prensa de Sweat.
Whitaker se había quedado en el camión de bomberos, según la declaración.
El departamento de bomberos dijo a principios de este mes que los dos técnicos de emergencia habían sido suspendidos en espera de una investigación interna.
El vídeo del arresto, difundido el pasado día 27, muestra que los policías detuvieron al joven, lo sacaron del vehículo a la fuerza y le dieron una b, propinándole patadas en la cabeza, golpeándole con una porra e incluso usando una pistola paralizante de descargas eléctricas o táser.
Cuando terminó la paliza, arrastraron a Nichols hasta un coche patrulla, lo sentaron en el suelo y chocaron puños en señal de celebración.
La brutalidad del arresto, que provocó la muerte de Nichols tres días después, ha revivido los reclamos de manifestantes y miembros del Congreso para que haya un cambio de mentalidad en la policía de Estados Unidos, acusada de usar la fuerza de manera desproporcionada contra la comunidad negra.
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