En España seguimos contando con una gran cantidad de edificios construidos entre 1950 y 1970, lo que conlleva que no dispongan de las medidas adecuadas para hacerlos energéticamente eficientes. Si tenemos en cuenta que el 66% del consumo energético de los edificios proviene de la calefacción y del aire acondicionado, aumenta la necesidad de adaptarlos a un menor consumo energético, un mayor confort y seguridad en caso de incendio y buscar las soluciones más apropiadas y responsables con el medio ambiente.
Por ello, la compañía líder en producción de aislamiento sostenible de lana de roca para edificios y expertos en soluciones de rehabilitación, ROCKWOOL, contribuye con sus productos a reducir la demanda de calefacción y aire acondicionado de los edificios en un 70%. De esta manera, la lana de roca ofrece soluciones de aislamiento para la envolvente, fachadas y cubiertas y soluciones interiores de tabiquería, suelos, instalaciones y protección contra incendios.
El Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular, Miguel Ángel Gallardo, explica que apuestan “por la rehabilitación como forma de mejorar la calidad de los hogares en España y como vía para reducir el impacto que el sector de la construcción tiene en el medio ambiente. La rehabilitación energética de nuestros edificios se ha convertido en una necesidad: ni nuestras economías ni nuestro planeta se pueden permitir continuar malgastando energía”.
“Ni nuestras economías ni nuestro planeta se pueden permitir continuar malgastando energía”
Los productos de esta compañía líder tienen un impacto positivo en el medio ambiente. Por ejemplo, durante la vida útil del uso del aislamiento en edificios que vendió en 2021, se podrá ahorrar más de 100 veces el carbono emitido y la energía consumida en su producción. Gracias a su capacidad aislante, la lana de roca se perfila como una de las soluciones más rentables para ahorrar energía, reducir la emisión de gases de efecto invernadero y los niveles de contaminación del aire.
La sostenibilidad como pilar fundamental
El respeto por el medio ambiente en esta actividad forma parte del ADN de ROCKWOOL. Una muestra de ello es que la empresa está comprometida con 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde este fabricante, se han puesto en marcha proyectos de rehabilitación que demuestran las ventajas de mejorar el parque residencial en España.
El año pasado, en colaboración con la Universidad de Zaragoza y con Zaragoza Vivienda, pusieron en marcha un estudio en el barrio Balsas Ebro Viejo, donde se rehabilitó un edificio de viviendas para comparar el consumo energético frente a otro edificio no rehabilitado que contaba con las mismas características. Los resultados que arrojó fueron que las viviendas rehabilitadas presentaron un ahorro global en el consumo energético de más del 55% y un ahorro anual en la calefacción de aproximadamente el 60% frente a las viviendas no rehabilitadas.
Un material aislante único
La lana de roca es un material resiliente al fuego. Es capaz de soportar temperaturas superiores a los 1.000 grados y no genera humos tóxicos en un incendio. Por ello, ROCKWOOL es el primer fabricante de lana de roca a nivel mundial que fabrica todos sus productos con este material. Asimismo, es un material circular y puede reciclarse infinitas veces.
“La roca es el recurso más abundante en la tierra y nuestra principal materia prima, la base sobre la cual se basa nuestro negocio. Es un material que tiene la capacidad de adaptarse de distintas formas para crear soluciones que son útiles e interesantes para nuestros clientes, como unas cualidades que permiten aumentar la eficiencia térmica de los hogares y mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en ellos”, destaca Miguel Ángel Gallardo.
“Las cualidades de este recurso permiten aumentar la eficiencia térmica de los hogares”
Además de tratarse de una solución aislante que mantiene la temperatura y la calidad del aire interior en niveles óptimos, también es un buen aislante acústico, gracias a su capacidad de bloquear, absorber o mejorar los sonidos. Se trata de un material robusto y duradero que no pierde prestaciones a lo largo de los años y son capaces de absorber o repeler el agua según sea necesario, dando protección a los edificios ante humedades.
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