«Él nunca lo haría». Éste era el eslogan de una famosa campaña contra el abandono de animales que se puso en marcha a finales de los años 80. Más de 20 años después, este problema no sólo no se ha resuelto, sino que  ha empeorado. La Comisión Investigadora del Maltrato Animal (CIMA) lleva contabilizadas en Córdoba en lo que va de año unas 400 mascotas recogidas tras ser dejadas por sus propietarios. Su presidenta, Emilia Moreno, informa de que esta cifra supera en un centenar a la registrada en 2008, lo que supone un incremento del 33,3%.

Eso sí, Moreno prefiere ser optimista, al señalar que gran parte de este aumento es que porque hay más personas que les llaman para llevar a su animal. «Eso es mejor que lo abandonen en la calle», resalta.

Ante esta situación, la máxima responsable de CIMA en Córdoba reclama a la Junta que endurezca las sanciones para aquellas personas que abandonen a sus mascotas. Actualmente, la ley fija multas que rondan entre los 200 y los euros.

Desde este colectivo conservacionista también se quejan de que la actual normativa no se aplica en todos sus términos. «Se ha convertido en una ley puramente de adorno», apunta Moreno.

No siempre son perros y gatos los que son recogidos por las protectoras de animales o los trabajadores de Sadeco. El concejal de Medio Ambiente, Francisco Cobos, indica que desde principios han percibido un incremento de casos de especies exóticas que son abandonadas por sus dueños.

El motivo, según Cobos, es un decreto de la Junta que obliga a inscribir en un registro a los animales potencialmente peligrosos. «Hay muchos que prefieren no complicarse la vida», dice el edil.

El Ayuntamiento pide a los propietarios de este tipo de mascotas que quieran deshacerse de ellas que no las dejen en parajes naturales, ya que provocan un impacto negativo en ese hábitat. En su lugar, recomiendan que dejen a estos animales en el parque zoológico. Allí es donde se decide si se quedan con ellos o los llevan al Centro de Recuperación de Especies de Los Villares.

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