Así lo han indicado este viernes el presidente de la APV, Aurelio Martínez, y el director general, Francesc Sánchez, en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de administración del puerto de València.

La Autoridad Portuaria avanzó el pasado mayo que estudiaba aplicar "un recargo disuasorio" para evitar "la muy grave congestión" de contenedores que existe en las terminales. En ese sentido, Francesc Sánchez ha explicado que se han estado manteniendo reuniones con operadores, compañías y navieras y se ha acordado un documento con una serie de medida condicionadas a los niveles de congestión.

Este mecanismo contempla diferentes actuaciones en función de dos escenarios: si la congestión superara el 70% y "se aproximara" al 75% y un segundo escenario en el que se supera el 80%. En la primera situación, se restringiría el espacio del que dispone cada compañía naviera en la terminal. Incluso, en el segundo escenario, se podría limitar la entrada de contenedores hasta que se produzca la salida de otros. Para activar estos planes, deberían darse estos niveles de saturación, una situación que no contemplan a corto plazo.

Según han explicado los responsables de la APV, son nueve los buques los que están en espera para poder operar en el puerto debido a la congestión, y los retrasos son de "entre uno y dos días y medio" en algunos barcos, algo mayores en el caso de APM, con entre dos días y dos días y medio.

Así las cosas, prevén que los retrasos se puedan absorber "en dos o tres días" e insisten en que la situación "no resulta preocupante", "No estamos preocupados pero estamos ocupados", ha señalado Sánchez.

Entre las razones de los retrasos, Aurelio Martínez ha mencionado las vacaciones de la plantilla de estibadores. También ha señalado la apertura del puerto de Shangay, que según las estimaciones podía provocar congestiones en los puertos a nivel mundial en agosto, pero cuyo tráfico "se ha ido aceptando con cierta tranquilidad", ya que, por ejemplo, las compañías han podido adaptar sus velocidades de trayecto para ajustarse a las capacidades de sus puertos de destino.

Sobre la búsqueda de nuevos espacios exteriores al puerto para aliviar la congestión, los responsables de la APV han avanzado que se han "identificado varios sitios posibles", aunque ha señalado que los trámites para estas cuestiones son muy lentos. "Dos o tres años no los quita nadie", han comentado.

Por otro lado, el consejo de administración ha servido para dar cuenta de otras actuaciones pendientes, como el proyecto de la terminal norte. Sobre este punto, Martínez ha informado de que aún no se ha recibido el informe de Compatibilidad con las Estrategias Marinas que la APV espera para poder licitar el proyecto de la nueva terminal norte. Espera que pueda contar con el en el siguiente consejo de administración.

DESCENSO DE FLETES

Asimismo, el presidente de la APV ha repasado la coyuntura del tráfico marítimo y la macroeconómica. Por un lado, después de que los fletes de exportación en el puerto de València rompiesen en junio su tendencia alcista y bajasen un 2,19 por ciento con respecto al mes anterior, Martínez ha señalado que la previsión es que sigan cayendo, aunque "nunca van a llegar a niveles precovid".

La caída de los fletes, ha detallado, responde a un descenso de la demanda "en casi todas las partes del mundo", unido a un aumento de la oferta, con nuevos barcos en el mercado.

"NO HAY SIGNOS DE RECESIÓN"

Por otra parte, se ha detenido en el análisis de los datos económicos generales para subrayar que "no hay ni un solo signo de que vayamos a entrar en recesión" y se ha desmarcado de los pronósticos "agoreros" y las "proyecciones catastróficas".

Así, se ha referido al hecho de que Estados Unidos haya entrado en recesión técnica tras dos trimestres de caída del crecimiento, pero ha remarcado que el consumo de las familias será fundamental para saber la evolución del PIB. Tras analizar el bono a diez años y los intereses de deuda, ha indicado que en Estados Unidos "sí hay signos" de recesión, pero ha defendido que no se puede extrapolar esta situación a Europa ni a España. Así, ha destacado que el crecimiento del 1,1% del PIB en España no es comparable al decrecimiento del 0,23% en el país norteamericano.

Más allá del análisis coyuntural, el consejo de administración ha aprobado la modificación de las tarifas máximas aplicables en la terminal CSP Iberian Valencia Terminal, como ya hizo el mes pasado on APM. Las tarifas se suben un 13,2% y llevaban sn actualizarse desde 2015.

La APV ha dado luz verde a la solicitud de Valencia Terminal Europa de instalar una planta solar fotovoltaica en el almacén para vehículos y modificar la tasa de ocupación de terrenos de este edificio.

Además, el consejo de administración ha autorizado que la APV se adhiera a un convenio entre Puertos del Estado y la Agencia Tributaria para renovar, con cuatro millones de euros, los escáneres y elementos para el reconocimiento de contenedores.

Finalmente, se ha aprobado un convenio entre la APV y la Universitat Politècnica de València para reeditar el Máster en Gestión Portuaria y Transporte Intermodal, que se imparte tanto en Valencia como en otros países.