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El cicloturismo es una de las actividades estrella en la Costa Daurada
El cicloturismo es una de las actividades estrella en la Costa Daurada
Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona

Costa Daurada y Terres de l’Ebre: un viaje para todos

  • Mar y montaña se unen en este paraíso mediterráneo, donde el abanico de posibilidades para los visitantes es tan amplio que hará disfrutar a todos los perfiles de viajeros. Descubre Costa Daurada y Terres de l’Ebre, dos sorprendentes destinos de vacaciones en Tarragona.

La diversidad de la Costa Daurada, donde las playas de arena fina están a un paso de los bosques mediterráneos o los senderos de montaña, es uno de los grandes atractivos de Tarragona. En sus comarcas, los turistas pueden encontrar naturaleza e historia, mar y montaña y planes de relax o de aventura sin tener que desplazarse apenas.

Al sur de Tarragona encontraremos la región de Terres de l’Ebre, cuatro comarcas que albergan parajes de una belleza y una biodiversidad envidiables. Quizás uno de los más conocidos sea el Delta del Ebro, pero hay mucho más por descubrir. Todos los tipos de viajeros encontrarán un plan a su medida y podrán vivir una experiencia inolvidable en este territorio tan diverso como atractivo.

Mar y montaña en la Costa Daurada

Recorrer el litoral mediterráneo de la Costa Daurada en bicicleta, con su buen clima y sus preciosas playas, es una de las actividades más demandadas. Además, sus aguas cristalinas son ideales para practicar actividades acuáticas: Nàutic Parc en Salou, Cambrils, Mont-roig del Camp y l’Hospitalet de l’Infant tienen una oferta de ocio náutico que hará las delicias de los amantes del kitesurf, el kayak o la pesca deportiva, entre otras muchas opciones. El objetivo común es disfrutar del mar de la forma que cada uno elija.

En el interior también hay muchas alternativas, ya sea de turismo activo o más tranquilas para viajar con toda la familia. El entorno del pantano de Siurana o el embalse dels Guiamets son muy recomendables para practicar kayak y admirar a la vez la belleza y tranquilidad de su paisaje al ritmo que se desee. Si lo que nos motiva es el descenso de barrancos, el lugar más indicado es Alcover y la naturaleza de Muntanyes de Prades, una zona que se puede recorrer en compañía de guías profesionales.

Escalada en Siurana
Escalada en Siurana
Patronat de Turisme de la Diputació

Por otro lado, sin necesidad de mojarse, tanto las Muntanyes de Prades como la Serra de Montsant son zonas ideales para los deportes de contacto con la naturaleza. Escaladores profesionales de todo el mundo acuden a Margalef Suriana para ascender a los cielos, mientras que los aficionados al senderismo o el ciclismo recorren estos enclaves por los muchos kilómetros de rutas que los atraviesan.

Vino y gastronomía con mucho arte

Los amantes del enoturismo tiene una parada obligatoria en el Priorat, tierra de interminables viñedos de los que sale una de las seis denominaciones de origen de la Costa Daurada. Con rutas muy bien valoradas como ‘Los latidos del vino’ (que recorre municipios como Falset, Gratallops y Bellmunt), sus paisajes y bodegas pueden recorrerse con pequeñas paradas para realizar catas y otras actividades relacionadas con el mundo de la vinicultura.

Quienes busquen conectar con la historia y la cultura deberán dirigir sus pasos a Tarragona ciudad, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO gracias a su legado romano. Otras interesantes alternativas se agrupan en Camins Km0, un compendio de rutas para moverse de forma sostenible y conociendo los productos locales, con puntos destacados como el barrio judío de Valls y los refugios antiaéreos del Alt Camp. 

La ciudad de Tarragona es Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO gracias a su legado romano

Tampoco debe faltar en el recorrido una visita a Reus, con edificios emblemáticos del modernismo como Casa Navàs o el Institut Pere Mata, obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Y para redondear la ruta más artística, se puede terminar con ‘Paisaje de los Genios’, que sigue las huellas de cuatro genios universales con una estrecha relación con la provincia de Tarragona: de Antoni Gaudí y su arquitectura, en Reus, a la música de Pau Casals en El Vendrell, que alberga el museo con ventanas al mar que le dedicaron en su lugar de origen; las pinturas de Joan Miró, que vivió y creó en una masía en Mont-roig del Camp; y el recuerdo de Picasso en Horta de Sant Joan, donde ya nos internamos en las Terres de l’Ebre.

Rumbo al sur: naturaleza e historia en Terres de l’Ebre

Nos internamos en una Reserva de la Biosfera que, además, se considera uno de los 100 mejores destinos sostenibles del mundo. En las cuatro comarcas del sur de Tarragona que forman la región de Terres de l’Ebre, donde un 35% del territorio es espacio natural protegido, hay un lugar por el que no se puede pasar sin parar: el Delta del Ebro, en la desembocadura del río que le da nombre.

Este humedal protegido, donde el río se funde con el mar, es el más grande de Catalunya y cuenta con una diversidad de flora y fauna únicas. Pero existen infinidad de lugares para recorrer en rutas de senderismo en Terres de l’Ebre, como las montañas calcáreas y los árboles monumentales del singular parque natural Els Ports.

Llagut lo Sirgador en Tortosa
Llagut lo Sirgador en Tortosa.
Tortosa Turisme

Si lo que queremos es un viaje al pasado, podemos buscar los vestigios de asentamientos históricos de los antiguos pobladores de Terres de l’Ebre: El Perelló, Freginals o Ulldecona cuentan con pinturas rupestres; mientras, en Alcanar o Tivissa se han recuperado los poblados íberos; dando un salto en el tiempo, los templarios del siglo XXI nos esperan en el castillo de Miravet y la cultura renacentista revive cada mes de julio en Tortosa, capital de la región, con su Fiesta del Renacimiento.

La historia contemporánea está igualmente presente en los restos de la Guerra Civil española, pues uno de sus frentes más cruentos fue la Batalla del Ebro. Existen varios centros de interpretación en la zona y aún se puede visitar el pueblo fantasma de Corbera d’Ebre, arrasado en la contienda.

Un litoral de aventuras

Las playas de los 142 kilómetros de litoral de esta región ofrecen mil maneras diferentes de acercarse al mar. Arena fina para relajarse en un paisaje mediterráneo será lo que encuentren quienes escojan la zona del Delta, mientras que el Camí de Ronda destaca por sus rutas para recorrer la costa a pie o en bici.

L’Ametlla de Mar, El Perelló, L’Ampolla, La Ràpita, Les Cases d’Alcanar… todos estos pueblos costeros dan pie a una parada para reponer fuerzas mientras conocemos la deliciosa gastronomía de la zona. En el menú marinero no faltan pescados y mariscos, así como el arroz del Delta que protagoniza muchas de las recetas típicas y, cómo no, se pueden acompañar con un vino DO Terra Alta.

Senderos en Alcanar, siguiendo la ruta del Camí de Ronda.
Senderos en Alcanar, siguiendo la ruta del Camí de Ronda.
Patronat de Turisme de la Diputació

Al igual que en la Costa Daurada, la variedad de planes que ofrece Terres de l’Ebre incluye actividades acuáticas (snorkel, kayak, kitesurf, buceo) e, incluso, navegación. A su paso por Catalunya, el río Ebro se puede recorrer en barco o piragua desde Riba-Roja d’Ebre hasta la desembocadura.

Por si fuera poco, kilómetros y kilómetros de caminos y carreteras nos esperan para descubrir, a pie o en bici, sus ricos espacios naturales. Costa Daurada y Terres de l’Ebre aguardan a los viajeros con miles de experiencias únicas.

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