Gatos

Las muchas funciones de las vibrisas o bigotes de los gatos: potenciador sensorial, indicador de su estado de ánimo...

Dos gatos en una cama
Melisa Tuya

Aunque coloquialmente llamamos bigotes a esos pelos gruesos, largos y rígidos a cada lado del hocico que tienen nuestros gatos, su nombre correcto es el de vibrisas. Estos elementos sensoriales aparecen en multitud de especies, sobre todo en los mamíferos, como perros, las focas o algunas aves como búhos o lechuzas, y también en los humanos: son los pelillos cortos que tenemos en el vestíbulo de la nariz. Pero en el caso de los gatos, estos receptores táctiles insertados profundamente en folículos con terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, son especialmente sensibles y útiles para ellos. 

Además de aparecer en sus mejillas, también se encuentran en la barbilla, sobre los ojos como si se trataran de cejas extralargas, y en la parte posterior de las patas delanteras. La parte externa que observamos está formada por queratina.

Las vibrisas envían la comunicación que reciben por contacto mediante impulsos eléctricos al cerebro felino, dándole información acerca de la temperatura, amplificando el sentido del olfato, ayudándolos a calcular la distancia, el tamaño, la forma o la velocidad de los objetos y obstáculos, y hasta favoreciendo su orientación al detectar corrientes de aire. Su distribución suele ser simétrica y poseen el mismo número de vibrisas en cada lado del cuerpo. 

En la caza, las vibrisas también tienen un fuerte componente de potenciador sensorial al percibir a través de ellas que su presa no emite ya ninguna vibración ni latido. Y por si todo esto fuera poco, además son un componente de comunicación felina.

Indicadores de su estado de ánimo

Las vibrisas de las mejillas son un buen indicador del estado de ánimo felino y que aporta mucha información tanto a nivel intraespecífico entre dos o más gatos como a a nosotros, si las observamos. 

Cuando los gatos están alertas o muestran curiosidad, sus vibrisas se posicionan hacia fuera y adelante, si están molestos y comienzan a enfadarse, las aplastarán hacia atrás contra su cara como complemento de su lenguaje corporal. Cuando están relajados y a gusto, las vibrisas también parecen destenderse y bajan ligeramente, mostrándose más alineadas. Este indicador, junto a la posición de las orejas, de las pupilas o de la cola, amplían y acompañan la forma en la que los gatos se comunican con nosotros.

¿Pueden los gatos vivir sin vibrisas?

La respuesta corta es sí. Las vibrisas son muy útiles, pero no imprescindibles en el caso de gatos caseros, cuyas amenazas externas, se sobreentiende, están controladas por su propietario y el animal se encuentra en un entorno seguro y familiar y con sus necesidades básicas cubiertas. 

Esto no significa que se puedan cortar o dañar por razones estéticas o caprichosas, ya que como hemos dicho, su funcionalidad es muy variada e impedir a un gato, de forma repentina, la utilización de estas herramientas sensitivas puede causarles confusión, estrés, desorientación, malestar y desprotección.

La raza de gato esfinge, o sphynx, suele presentar un alto número de ejemplares sin vibrisas, aunque algunos sí las desarrollan y es cuestión de herencia genética: de padres con vibrisas, nacerán sphynx con vibrisas. Es importante señalar que, al igual que el resto del pelo, se les pueden caer y las mudan, sin que implique ningún síntoma de consideración por el que debamos preocuparnos, pero si un gato pierde muchas a la vez, sí puede ser indicativo de algún problema de salud y por lo tanto se debe consultar con un profesional veterinario.

loading...