Una de las acciones que elefantes, gorilas, jirafas, lémures, leones o mangabeys, entre muchas otras especies, reciben con más entusiasmo son los helados y sorbetes que se preparan atendiendo a sus gustos y necesidades alimenticias.

Además del protocolo de actuaciones de verano, el equipo del parque ha activado las medidas extraordinarias para garantizar el máximo bienestar de las especies ante las altas temperaturas, que cada año llegan antes y evidencian el cambio climático.

Los animales se preparan así hacia la nueva estación con una dieta especial de verano basada en la alimentación equilibrada. Al igual que en las personas, ahora necesitan alimentos más frescos, ricos en agua y más ligeros, con menús que aportan mayor hidratación y menor aporte calórico como norma general.

Paralelamente, Bioparc recrea los hábitats de origen de los animales para favorecer sus comportamientos innatos, con un diseño que integra los elementos necesarios para protegerlos del calor. Lo primero que llama la atención son las zonas de agua donde se refrescan como lo harían en su entorno africano.

El lago de los elefantes, las cascadas o las rías especialmente proyectadas discurren por el parque y permiten disfrutar de un agradable baño incluso a animales como hienas, potamóqueros o gorilas. Las zonas sombreadas, con frondosa vegetación y confortable hierba, suavizan la sensación térmica y ofrecen zonas de descanso a los animales, mientras una agradable lluvia se genera de forma artificial en varias zonas.

Este viernes, los visitantes de Bioparc han contemplado las curiosas reacciones de los animales antes estas "refrescantes sorpresas", como las crías de gorilas con sus juegos o los elefantes sumergidos bajo el agua. Se trata de una acción de enriquecimiento ambiental que tiene como objetivo estimular los instintos de las especies y motivar el juego.