Los trabajadores de Spanair de Palma ampliarán a todos los días de la semana la huelga indefinida, iniciada el pasado 7 de agosto y que mantienen los lunes y viernes durante las 24 horas, en caso de que el próximo lunes no se alcance un acuerdo en la Dirección General de Trabajo entre la dirección de la aerolínea y los sindicatos respecto al traslado de 480 empleados de los Servicios Generales de la capital balear a Barcelona previsto a partir del 15 de septiembre y que se llevará a cabo en tres tandas.

Así lo anunció hoy la presidenta del Comité de Empresa, Eva Marín, coincidiendo con la tercera jornada de huelga indefinida que celebran los trabajadores y que, según subrayó, podría ser la penúltima en caso de que el lunes se logre en Madrid un acuerdo definitivo entre el presidente de Spanair, Ferrán Soriano, y el director de Recursos Humanos de la compañía, Héctor Sandoval, y los secretarios federales del Sector Aéreo de CCOO y UGT, José Antonio Herráez, y Francisco Rodríguez, respectivamente.

Marín recordó que, precisamente, el lunes es el día que finaliza el plazo para que la Dirección General de Trabajo se pronuncie sobre si acepta o rechaza la petición de los trabajadores, avalada por el Govern, para que, en caso de que sea imposible el acuerdo, amplíe durante un periodo máximo de seis meses los traslados de los trabajadores de Palma a la ciudad Condal.

Así, la presidenta del Comité de Empresa anunció que el próximo martes ya ha convocado una asamblea de los trabajadores de Spanair a las 18.00 horas en la sede de CCOO de Palma, con el fin de informarles de los términos del acuerdo, en caso de que se alcance, para, posteriormente, ratificarlo.

No obstante, indicó que si no se logra ningún acuerdo y, con independencia de lo que decida la Dirección General de Trabajo, respecto al aplazamiento de los traslados, la asamblea servirá para aprobar la ampliación de la huelga indefinida a todos los días de la semana, con el objetivo de presionar a la compañía para que tenga en cuenta las reivindicaciones de los trabajadores.

Concretamente, estos exigen que los trabajadores que se trasladen a Barcelona lo hagan con unas condiciones económicas "dignas", teniendo en cuenta que actualmente, según el Comité de Empresa, el 80 por ciento de los afectados por la medida de Spanair cobran entre 850 y 1.100 euros, sueldo que, a su juicio, es insuficiente para poder vivir en la capital catalana.

Asimismo, reclaman que los empleados que opten por rescindir voluntariamente sus contratos obtengan una indemnización de 35 días por año trabajado, frente a los 20 días ofrecidos por la aerolínea durante 12 mensualidades, que es el mínimo marcado por la Ley.