Ofrecido por Aigües de Barcelona
El río Llobregat, visto desde la planta potabilizadora de Sant Joan Despí.
Río Llobregat.
Aigües de Barcelona

Día Mundial del Agua: cómo proteger el agua invisible

  • Aigües de Barcelona vuelca sus esfuerzos en preservar los acuíferos subterráneos, invisibles pero vitales, cuidando la regeneración del agua para hacer frente al cambio climático.

El cambio climático es una llamada de atención a hacer las cosas de otra forma, a replantear el mundo tal y como lo conocemos para mantener los recursos que la naturaleza nos da y que, hoy en día, todavía consumimos de forma insostenible.

Para conseguir un cambio a todos los niveles, tanto medioambientales como sociales, existe una guía: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este planteamiento, el agua juega un papel central. Por ello es necesario cuidarla, incluso cuando es invisible.

Precisamente, el lema elegido este año con motivo del Día Mundial del Agua hace referencia a ese recurso oculto. El agua subterránea: hacer visible lo invisible es un claim que pone en relieve la importancia del agua almacenada en el subsuelo, un recurso hídrico que, más allá de los glaciares y los casquetes polares, supone más del 90% del agua dulce disponible en el mundo. Estas aguas subterráneas están en peligro de sobreexplotación y contaminación, por lo que es vital protegerlas y promover el equilibrio entre la extracción y su renovación, además de mantenerlas y mejorar su estado ecológico. 

El contexto actual, marcado por el calentamiento global y la capacidad limitada de ríos y acuíferos, unidos al aumento de demanda de agua por parte de la población mundial, requiere respuestas urgentes ante un estrés hídrico sin precedentes. Sin ir más lejos, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha activado la prealerta por sequía en la región de Barcelona, lo que podría llevar a restricciones si las reservas de agua bajan del 40%. Además, esta condición puede obligar a intensificar la extracción de agua subterránea a través de 200 pozos municipales para suplir la falta de agua superficial.

Cuidar la naturaleza

Reutilizar el agua es la forma más sostenible de ayudar a la naturaleza, proteger los recursos subterráneos y adaptarse a los posibles efectos del cambio climático. El término más adecuado es regenerar el agua, es decir, someterla ya deputada a un nuevo tratamiento para que se pueda reutilizar siguiendo un modelo circular. Tras este proceso, puede devolverse en condiciones óptimas a ríos y acuíferos y comenzar de nuevo el ciclo de captación, además de suministrar a industria, ciudades y agricultura, entre otros usos. Mediante este proceso es posible garantizar la disponibilidad y la calidad de los recursos hídricos, sorteando el impacto de los periodos de sequía. 

Uno de los pozos de la Central Cornellà.
Uno de los pozos de la Central Cornellà.
Aigües de Barcelon

Trabajar por la sostenibilidad 

Solo en el año 2021, Aigües de Barcelona regeneró un total de 38 hectómetros cúbicos de agua, un equivalente al volumen de 11.250 piscinas olímpicas. Su apuesta por esta acción es especialmente importante para frenar los efectos adversos del cambio climático.

Proteger los recursos hídricos es un compromiso adquirido por la compañía dentro de su estrategia de acción climática. Entre los ejemplos de su acción se encuentran la recarga de agua parcialmente tratada en la planta potabilizadora de Sant Joan Despí y el uso de agua regenerada para evitar la intrusión salina, es decir, la entrada de mar en el acuífero del delta y del valle bajo del río Llobregat.

Es precisamente en esos acuíferos, vitales para el suministro de agua en la metrópolis de Barcelona, donde se realiza una de las actuaciones más destacadas. Desde los años 60 del pasado siglo, la compañía aplica un sistema de recarga artificial en profundidad mediante la inyección de agua potabilizada en la planta de Sant Joan Despí en distintos pozos de extracción. Tiempo después, entre 2014 y 2017, la compañía demostró a nivel internacional la posibilidad de recargar agua parcialmente tratada, es decir, con un pretratamiento de decantación y filtración y una ligera cloración, en lugar de utilizar agua potabilizada. Tras demostrarse en 2021 que esta opción resulta inocua en la calidad del acuífero, la Agencia Catalana del Agua autorizó su carga con un exhaustivo control, lo que permitirá infiltrar, durante cinco años, unos 2.500 metros cúbicos de agua al día, caudal equivalente al consumo diario de más de 23.500 personas.

Por otra parte, desde los años 70, los niveles del acuífero principal del Delta del Llobregat han estado recurrentemente por debajo del nivel del mar, lo que ha favorecido la entrada de agua marina al acuífero, principalmente a través de la dársena del puerto en la Zona Franca. Para revertir esta situación, entre 2007 y 2009 se construyeron 15 pozos, ubicados a 1.500 metros en paralelo a la línea de costa, totalmente equipados para inyectar un máximo de 15.000 metros cúbicos al día de agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la Estación Regeneradora de Agua del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona. Esa inyección de agua actúa como barrera a la entrada de agua de mar, mejorando la calidad del agua del acuífero. Hasta la fecha, se han inyectado un total de 679.105 metros cúbicos de agua regenerada, el equivalente a 200 piscinas olímpicas. 

Construir un mundo más sostenible es responsabilidad de todos, y cuidar el agua que no se ve es una gran forma de garantizar el futuro.

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