Los agentes intervinieron tras su arresto dos ordenadores y gran cantidad de discos después de un registro. El detenido formaba parte de un grupo internacional de distribución de imágenes de pornografía infantil y realizaba esta actividad desde su casa, con su ordenador personal. Este caso se suma así a los del pasado mes de mayo, cuando la Policía desarticuló en Murcia una red de violadores de bebés que abusaban de los pequeños mientras los grababan. Vídeos que luego se difundían en canales secretos de la Red.
Entre ellos se encontraba el del supuesto cabecilla: Álvaro I.G., de 23 años, un informático madrileño residente en Murcia.
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