El acuerdo se produjo en la tarde-noche de este jueves en Colonia, hasta donde se habían desplazado los representantes de Ford, el mismo día en que expiraba el plazo para presentar a la multinacional una propuesta con la que la factoría valenciana pueda producir los modelos eléctricos de la compañía en Europa y garantice su futuro durante los próximos años. Una carga de trabajo que se disputa con la fábrica alemana de Saarlouis y cuyo destino deberá decidir la dirección de la multinacional en Detroit.

Ahora, UGT ha pedido el respaldo del resto de sindicatos de la planta valenciana, pese a que, asegura, "se han negado a negociar en los casi cuatro meses que han durado las negociaciones, probablemente más duras de la historia de Ford en Almussafes".

La organización sindical ha considerado que en estos momentos "se hace necesario transmitir unidad" desde la planta de la localidad valenciana y persigue presentar un acuerdo "que sea respaldado por el 100 por cien del Comité de Empresa".

En caso contrario, ha advertido UGT, el sindicato "asumirá, una vez más, el reto de explicarlo en solitario a los trabajadores, contando con el apoyo de toda la sociedad valenciana y siendo conscientes de lo mucho que hay en juego".

Así, han defendido que el acuerdo es "la única vía de esperanza" para la planta de Almussafes, puesto que, una vez finalizadas las negociaciones, "solo queda esperar" a la decisión que tome la multinacional desde Detroit.

Por último, UGT añade que en los "próximos días" hará público el contenido del acuerdo, "al igual que debe suceder en Saarlouis", que también presentó este jueves su plan a la dirección europea.

UN ACUERDO "A CONTRARRELOJ"

Previamente a que se produjera este acuerdo in extremis, tras lo que UGT calificó de "intensas reuniones a contrarreloj" este jueves, los sindicatos con representación en Ford y la dirección de Almussafes llevaban múltiples reuniones que se sucedían sin acuerdo para la electrificación.

La empresa insistía en que los trabajadores debían asegurar la competitividad de la factoría con una bajada del 10% en los salarios, una reducción de las vacaciones en una semana y ampliar 30 minutos cada turno de trabajo. Tanto UGT como el resto de los sindicatos se mostraban "lejos" de asumir estas medidas y el acuerdo parecía bloqueado.

Cuando quedaban 48 horas de plazo para presentar un plan, los representantes de UGT anunciaron el martes que su petición de reunirse con la dirección europea había sido atendida. Se desplazaron hasta Colonia para defender la competitividad y trabajo de la fábrica de Almussafes con una propuesta bajo el brazo: un acuerdo a cuatro o cinco años vista en el que estaba dispuesto a una "contención salarial", siempre y cuando se recuperase la senda del IPC más tarde; a medidas de flexibilidad condicionadas a la adjudicación de los futuros vehículos eléctricos, que no entrarían en vigor hasta 2025, y avanzar en la flexibilidad de la jornada laboral y la plataforma para una "retribución flexible".

Finalmente, en la tarde-noche de este jueves el sindicato mayoritario logró un acuerdo de medidas que trasladar a Detroit.

El pacto de último minuto, en el mismo día que expiraba el plazo, llegó también después de que el jefe del Consell, Ximo Puig, recalcase que la Generalitat "ha hecho y hará todos los esfuerzos necesarios" para que Ford se mantenga en Almussafes.

El gobierno valenciano ha vuelto a pronunciarse este viernes tras conocerse que existía el acuerdo, aún sin haberse concretado los detalles. Puig insistía en su confianza en las posibilidades de la factoría de Almussafes "porque es la más competitiva que hay de Ford en Europa", si bien apuntaba que "hay que respetar las decisiones de la empresa". La portavoz del Consell, Mónica Oltra, confiaba a su vez en que los trabajadores y la dirección de Ford "lleguen a un acuerdo que permita mantener en condiciones dignas a los trabajadores" y que "la planta europea de los coches eléctricos de Ford sea la valenciana".