Se inicia así un nuevo ciclo de operación, de aproximadamente dos años, según ha indicado la central en un comunicado.
En la recarga se han completado los 11.000 trabajos previstos y se han sustituido y modernizado equipos relevantes como el interruptor de generación, uno de los rotores de turbina, y parte de la instrumentación nuclear, para que la central siga operando con los mejores estándares de seguridad y fiabilidad.
Los programas y medidas adoptadas en prevención de riesgos laborales "han demostrado su efectividad, teniendo en cuenta la importante contratación de personal, que ha supuesto la presencia de unas 2.000 personas en planta, con el consiguiente impacto social y económico para el entorno", ha destacado la dirección de la planta.
Debido a la pandemia del Covid, se han reforzado todas las medidas de seguridad y prevención para proteger a los trabajadores frente al riesgo de contagio, manteniéndose así mismo los máximos niveles de protección establecidos en cuanto a seguridad nuclear y protección radiológica y poniendo a disposición de los trabajadores todos los equipos y medidas de protección necesarios para la realización de sus tareas de forma óptima y segura.
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