Merkel y Schroeder reclaman ambos la Cancillería alemana y el derecho a formar un nuevo gobierno. La CDU de Merkel argumenta que es, junto con el partido hermano de Baviera, la Unión Cristianosocial (CSU), la formación más votada, mientras el SPD afirma que es la primera fuerza política, pues los votos de la CDU y de la CSU deben contarse por separado. La CDU/CSU consiguió el 35,2 por ciento de los sufragios y el SPD el 34,2.

La solución más sólida

Una de las alianzas posibles sería entre la CDU/CSU y el SPD y Merkel y Müntefering ya se han citado para este jueves para examinar la posibilidad de formar una gran coalición. El problema de esta opción es que el SPD de Schroeder no reconoce a Merkel el derecho a liderarla y viceversa, la CDU y la CSU no se lo reconocen a Schroeder.

Por ello, algunos políticos y medios de comunicación han empezado a barajar la posibilidad de que los dos grandes partidos lleguen a un acuerdo sin sus líderes. Así, el alcalde gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, fue hoy el primero del SPD en dejar entrever la posibilidad de una alianza sin Schroeder "bajo ciertas circunstancias"; pero señaló que "esas circunstancias aún no se dan".

Las circunstancias podrían darse, por ejemplo, si ninguno de los dos candidatos cede en el pulso con el otro y ambos se someten por separado y sin éxito a una votación en el Parlamento. Si esto ocurre, la salida podría ser nombrar a otros candidatos o convocar elecciones anticipadas.

Esta última idea fue rechazada hoy por uno de los líderes cristianodemócratas, Jürgen Rüttgers, jefe del gobierno de Renania del Norte Westfalia desde que en mayo logró hacerse con ese bastión socialdemócrata, lo que llevó a Schroeder a decidir el anticipo de las elecciones generales.

Rüttgers dijo que lo que está ocurriendo es una "prueba para la democracia" alemana y que los partidos deben mostrar "si están en condiciones de formar y hacer funcionar un gobierno estable".

Otras opciones implican colaboración entre partidos con algunas posiciones que parecen, de entrada, irreconciliables, como son los liberales y los verdes o los conservadores y los verdes.

La co-presidenta de Los Verdes, Claudia Roth, contestó ayer en tono irónico cuando fue preguntada por la posibilidad de hablar con los conservadores sobre una posible coalición. Roth dijo que estaría encantada de hablar con éstos sobre el abandono de la energía nuclear o el ingreso de Turquía en la UE, temas programáticos de los Verdes y con mucha carga ideológica en los que su partido defiende posturas contrarias a la CDU/CSU.

Su compañero y ministro de Exteriores, Joschka Fischer, fue más lejos en el sarcasmo y dijo que le costaba imaginarse una "coalición Jamaica", nombre que los medios han dado al modelo de alianza entre CDU/CSU, liberales y verdes, porque los colores de la bandera de ese país coinciden con los de los tres partidos. Fischer dijo que se reía sólo al imaginarse a Merkel y al jefe de la CSU, Edmund Stoiber, "con peinados rasta y un canuto en la mano". Hoy el popular diario "Bild" le tomó la palabra y abre su portada con fotos de Merkel, Fischer y el líder liberal, Guido Westerwelle, con peinados y atuendos jamaicanos. A Westerwelle, que siempre va como un pincel, le han puesto incluso un diente picado. La Embajada de Jamaica se ha tomado el asunto con humor y sentido de la oportunidad, y ha anunciado que si se forma una coalición jamaicana invita a todos sus miembros a visitar el país.