Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, la investigación comenzó con la denuncia del responsable de la explotación de máquinas de vending por la fractura de tres de sus máquinas dispensadoras de refrescos y aperitivos.

Las cámaras de grabación habían recogido la imagen de dos jóvenes, que con un adoquín golpeaban repetidamente las máquinas mientras un tercer chico realizaba labores de vigilancia.

Todo ello permitió averiguar que los autores vestían ropa con anagramas de un centro deportivo, dato que fue determinante para la identificación de los jóvenes, dos de 15 años y un niño de 12 años que era el encargado de vigilar.

Los mayores de 14 años fueron detenidos como supuestos autores de un delito de daños, al ascender la reparación de las máquinas a más de 1800 euros. Se informó a la Fiscalía de menores de las actuaciones policiales con los arrestados y también de la identificación del menor inimputable.