Juan Antonio Domínguez, nacido en Valverde del Camino, es un pintor hiperrealista con una interminable lista de premios y menciones. De él escribía Marcelino Cuevas en el Diario de León que "produce asombro ponerse ante uno de sus cuadros y admirar la perfección con la que está reproducido cada detalle de sus naturalezas muertas, como aparecen en todo su cromatismo los vidriados de los azulejos decorativos andaluces, como se percibe la atmósfera intangible en la que desarrolla cada escena. El artista es capaz de transmitir en su pintura la textura exacta de cada fruta que retrata e, incluso, la cambiante superficie de la arena blanca de las playas de su tierra".
Y es que Juan Antonio Domínguez pasa veladas interminables pintando en su estudio, pero también sale en busca de la naturaleza y se encuentra con ella en las playas del litoral onubense, lugares como el Coto de Doñana o las playas de Punta Umbría, que tienen una luz muy blanca y unas arenas también muy blancas.
"El pintor asegura -decía Marcelino Cuevas- que su pintura no hace competencia a la fotografía. Sus cuadros tienen mucha materia y no son el simple reflejo de una imagen que perciben los ojos, son una interpretación subjetiva de la realidad, tienen algo de escenario de una representación teatral, son retazos de sus emociones, fragmentos de una vida comprometida con la pintura. En sus cuadros hay siempre un ligero toque de surrealismo y una caligrafía impresionante, Juan Antonio Domínguez dicta en cada cuadro una intensa lección de buen hacer pictórico".
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