Una magnífica oportunidad de inmersión en el enoturismo ofrece en La Rioja Finca La Emperatriz, que responde al nombre de un Viñedo Singular en Baños de Rioja -Rioja Alta-, propiedad de la familia Hernáiz, que debe su nombre a su primera propietaria, la última Emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo, que elaboraba vinos en esta finca en el siglo XIX.

Con la inauguración en octubre de 2020 de tres villas, Finca La Emperatriz supone un enclave ideal tanto para todo tipo de escapadas por la zona (con ciudades históricas como Santo Domingo de la Calzada o Haro, a las rutas de pinchos de Logroño o Ezcaray) o para disfrutar de la oferta de actividades que ofrece la propia bodega y aprovechar para iniciarse en el mundo del vino con las visitas enoturísticas o disfrutar sencillamente de una copa de uno de los acreditados vinos en la terraza de su 'wine bar'.

También en La Rioja, LAN propone sus experiencias distintas de enoturismo como la de 'LAN en tres letras', que con una duración aproximada de 90 minutos incluye visita a la bodega y degustación de tres vinos, acompañados de un aperitivo. La vista aérea de su espectacular sala de barricas -uno de los secretos mejor guardados de la bodega- es uno de los platos fuertes de la experiencia. También está la opción 'LAN en Barrica', un plan pensado para grupos de un máximo de 10 personas y donde se propone catar vinos con crianza en distintos tipos de robles.

Otro opción para una jornada perfecta de un enoturismo más activo es el que plantea Bodegas Sonsierra, con una experiencia basada en un paseo en kayak por el Río Ebro con una degustación de vinos Sonsierra Vendimia Seleccionada y productos típicos riojanos. A través de unas tres horas, la bodega combina el mundo del vino con el deporte en plena naturaleza en medio de unos parajes perfectos entre la Sierra de Cantabria y el Río Ebro.

En Bodega Hacienda López de Haro nos ofrecen disfrutar de otra experiencia 100% riojana. Una bodega rodeada de lagares rupestres, donde además se puede disfrutar de las chuletillas asadas al sarmiento, tomarte un vinito en su terraza con música en directo o dar un paseo en bicicleta o segway entre sus viñedos para disfrutar en familia o con amigos.

Sumergirse entre libros y barricas es posible en la Bodega Solar de Samaniego en Laguardia, que tiene la visita 'Beber Entre Líneas' con la que se sorprende al visitante con rincones como la biblioteca de la sala de barricas, donde reposan vinos y libros, o lo que ya se conoce en la zona como 'La Catedral del Vino', un espacio con siete depósitos de hormigón de 13 metros de altura donde el artista australiano Guido Van Helten interpretó en forma de enormes murales la fusión de las culturas del vino y de la literatura.

Mientras que en plena 'milla de oro' de Ribera del Duero, Bodegas Emilio Moro ofrece a sus visitantes diferentes opciones de enoturismo, entre las que destaca 'In Malleolus Veritas', que permite adentrarse en sus viñedos más emblemáticos, visitar la zona de elaboración, que está dotada con las tecnologías más avanzadas y su sala de barricas para cerrar catando tres de sus etiquetas más icónicas.

Por su parte, Bodegas Territorio Luthier en Aranda de Duero cuenta con una experiencia especial para los amantes del vino y lagastronomía con un curso intensivo de cata y maridaje impartido por un experto sumiller, con el que poder conocer todos los secretos de la cata de vino y aprender cómo acompañarlos de una propuesta gastronómica adecuada.

Y para celebrar de una forma más dulce el Día Mundial del Enoturismo, en Ferratus Bodegas Cueva Jiménez, también en la Ribera de Duero, organizan una actividad exclusiva que incluye un maridaje de vino y chocolate, además de una visita privada a su bodega boutique 100% sostenible.

En Trujillo (Cáceres), Bodegas Habla espera a sus visitantes para darles a conocer cómo se elaboran sus vinos y enseñarles su nueva sala de barricas, donde descansan sus caldos. La visita comienza en su viñedo donde explican en qué consiste la viticultura ecológica para pasar al corazón de la bodega y por la 'Hablateca', su museo que alberga la colección de todos los vinos numerados desde su inicio, para terminar con una cata armonizada donde degustar cuatro vinos maridados con un aperitivo a base de productos 100% extremeños.

En Castilla-La Mancha una opción es pasear por viñedos situados a 1.000 metros de altura, una posibilidad que ofrece la Bodega Finca Río Negro, que está ubicada en Cogolludo (Guadalajara). En sus amplias instalaciones, donde se pueden ver corzos y ciervos, enseñarán el buen hacer de sus vinos, pasear por sus viñas y disfrutar de una cata acompañado de un aperitivo y probar el mosto.

ARTE Y ARQUITECTURA

Arquitectura y bodegas están íntimamente ligadas, así que nada mejor que recorrer España y disfrutar del Día Mundial del Enoturismo para conocer bodegas espectaculares que llevan el sello de reconocidos arquitectos internacionales que han dejado su huella entre los viñedos.

En La Rioja, además de degustar sus vinos, merece una parada o al menos ser contemplada en su exterior Marqués de Riscal en Elciego, cuya bodega es obra Frank Gehry, arquitecto del Guggenheim de Bilbao, que destaca ya desde la lejanía por sus cascadas de titanio en tonalidades rojizas que recuerdan al vino tinto y que se enmarcan en esta época entre viñedos rojizos.

Muy cerca, en Laguardia se encuentra Ysios, cuya estructura es obra del prestigioso arquitecto español Santiago Calatrava. Una bodega que se integra completamente en el paisaje de la Sierra de Cantabria, gracias a la volumetría de su tejado. Una visita en la que conocer sus viñedos, conocer sus instalaciones, pasear por algunos de ellos como el Nogal, que luce ya otoñal, y degustar alguno de sus vinos en su terraza con impresionantes vistas.

Mientras que en Ribera de Duero es el momento de sorprenderse con la obra de Norman Foster en Portia en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán con forma de estrella de tres puntas, donde cada brazo corresponde a las zonas de elaboración, fermentación y crianza, en la que el acero, la madera, el hormigón y el vidrio se fusionan con el paisaje.

Para los 'wine lover' apasionados por el arte, nada mejor que maridar ambas pasiones en su visita a dos bodegas. Disfrutar de una manzanilla, un palo cortado o un oloroso en Jerez de la Frontera mientras se contempla un Goya es posible en Bodegas Tradición, que cuenta con una cuidada colección de pintura española de los siglos XIV a XIX.

La bodega jerezana muestra a sus visitantes cómo es el proceso de crianza y envejecimiento de sus vinos y soleras, además de su colección de arte.

Para los que prefieran el arte moderno, lo mejor es acercarse a Bodega Otazu, que ofrece una experiencia artística y enológica a través de un recorrido donde el arte contemporáneo con obras de Manolo Valdés, Antoni Tàpies o Ai Weiwei, entre otros, se conjuga con la cultura enológica, la naturaleza y el patrimonio histórico.