El simulacro es un ejercicio práctico para organizar un operativo de búsqueda y rescate. A pie de playa se instalará el centro de mando y se establecerán varios equipos de trabajo. Uno de ellos se centrará en montar la carpa y organizar las tareas y el resto se encargará de peinar la zona en busca de la fauna afectada por el vertido.

Los animales, una vez localizados, se llevarán a la carpa donde recibirán los primeros cuidados y se registrará la información de cada ejemplar. Si se tratara de un accidente real, posteriormente serían trasladados a un centro de acogida para continuar con su recuperación.

El de este jueves será el primer ejercicio práctico de estas características que se desarrolla en Asturias y forma parte del proyecto formativo 'Responder', para mejora la respuesta ante fauna marina petroleada.

Es una iniciativa de la entidad Submon, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en colaboración con la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial y el departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña.

Las personas que participarán en el simulacro han recibido previamente un curso de formación teórica que ahora completarán con la práctica.

El proyecto Responder incluye acciones de formación relacionadas con la asistencia a fauna afectada por vertidos y se basa en el sistema de la red europea Eurowa (European Oiled Wildlife Assistance). Su intención es crear una malla de profesionales en Europa, con formación homogénea, que pueda intercambiarse entre países en caso de emergencia, trabajando con los mismos estándares de calidad y protocolos de actuación.

El vertido accidental o intencionado de hidrocarburos u otros compuestos químicos al mar puede ocasionar serios daños a los animales marinos más delicados, como las aves o tortugas marinas, debido a que pasan mucho tiempo en la superficie del agua, donde flota el hidrocarburo, para descansar, sumergirse en busca de comida o salir a respirar.

Aunque muchos animales petroleados mueren en alta mar, algunos pueden llegar a la costa, lo que supone un importante reto de gestión. Por este motivo, actuar de forma coordinada, con rapidez, conocimiento y eficacia es importante para minimizar los daños.