El Govern aplaude la estrategia europea 'De la Granja a la Mesa' pero teme que su impacto económico "no esté sustentado"

El Govern ha aplaudido la aprobación de la estrategia europea de la producción de alimentos 'De la Granja a la Mesa', "que busca que todo el sistema de producción alimentario gire hacia la sostenibilidad", aunque ha considerado que su impacto económico "debe estar mucho más sustentado".
El Govern aplaude la estrategia europea 'De la Granja a la Mesa' pero teme que su impacto económico "no esté sustentado"
El Govern aplaude la estrategia europea 'De la Granja a la Mesa' pero teme que su impacto económico "no esté sustentado"
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El Govern aplaude la estrategia europea 'De la Granja a la Mesa' pero teme que su impacto económico "no esté sustentado"

Así lo ha manifestado el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, en una entrevista a Europa Press, al hilo de la votación en el Parlamento Europeo de la resolución para conseguir que los alimentos que se producen en la UE sean más sanos y sostenibles, garantizar la seguridad alimentaria del bloque y mejorar el bienestar animal para cumplir los objetivos del Pacto Verde Europeo.

En este sentido, ha considerado que la estrategia, aprobada el miércoles con 452 votos a favor, 170 en contra y 76 abstenciones, "parte de un análisis del sector muy correcto y completo, pero hay dos cuestiones que preocupan" a Baleares.

En primer lugar, el director ha hecho referencia al impacto en la producción agraria y agroalimentaria de Europa, España y Baleares que puede tener la estrategia, con el consecuente impacto económico que acarrea.

"Consideramos que tiene que estar mucho más sustentado en informes que permitan saber cuál va a ser ese impacto para, así, poner en marcha las medidas necesarias", ha insistido Fernández, quien ha asegurado que desde el Govern echan de menos "un análisis mayor y más profundo".

Por otro lado, el director general ha señalado la posible "falta de competencia" que puede generar la nueva normativa en el sector agrario de Baleares "si Europa eleva mucho las exigencias de los estándares ambientales y sociales".

Sobre esto, ha explicado que, en un mercado agroalimentario global "y absolutamente abierto" a otros países con medidas menos exigentes, la nueva normativa "puede provocar una situación de falta de competencia grave y un desajuste importante" para el sector europeo y, por ende, balear.

No obstante, Fernández ha recordado que la estrategia incorpora un compromiso "muy fuerte" de la Unión Europea de revisar los acuerdos comerciales y aplicar la reciprocidad de las medidas en los distintos territorios. "Es decir, que los mismos estándares legales se cumplan en un lado y en otro", ha aclarado.

Por ello, desde el Govern han pedido que se haga una revisión constante para que la estrategia no suponga un impacto negativo en la producción de Baleares, ya que "el sector agrario siempre es moneda de cambio y preocupa que este compromiso no adquiera la fuerza legal suficiente".

Además, el director general ha considerado que los estados miembro y las comunidades deben apoyar a sus sectores agroalimentarios en el avance hacia los objetivos de sostenibilidad que plantea la estrategia, por lo que es necesario "contar con herramientas para que empresas y productores puedan hacer esa transición".

"Estos instrumentos vienen a través de la Política Agraria Común (PAC), que debe contemplar incentivos y ayudas concretas, así como del asesoramiento y los recursos propios del Govern", en el caso concreto de Baleares.

LA ESTRATEGIA, "UNA OPORTUNIDAD PARA BALEARES"

Con todo, el director general ha descrito la estrategia 'De la Granja a la Mesa' como un documento "muy ambicioso en sus objetivos, con un análisis del sistema alimentario muy acertado".

En este sentido, ha explicado que la normativa aborda cuatro bloques de compromisos concretos.

El primero se refiere a la desintensificación del modelo de producción agrícola y ganadera a través del cumplimiento de varios objetivos, como son la reducción de los pesticidas o fertilizantes en un 50 por ciento antes de 2030 o el aumento de la superficie de agricultura ecológica en un 25 por ciento en el mismo plazo.

El segundo tiene que ver con mejorar los hábitos alimentarios a través de un mejor etiquetado de los alimentos, para garantizar que se informa sobre los nutrientes, o de la reducción del consumo de ultraprocesados.

La estrategia hace también referencia a medidas de bienestar animal y, por último, a otras medidas complementarias, relacionadas con el comercio y el precio de los alimentos, es decir, con "cómo garantizar que el conjunto de la cadena de valor asume mayor justicia en la conformación de los precios y el tratamiento de estas situaciones".

Se trata, por tanto, de "una estrategia muy amplia y ambiciosa que abarca el conjunto alimentario y muchos hitos que la UE debe cumplir en los próximos años".

Por todo ello, Fernández ha considerado que esta estrategia puede suponer "una oportunidad para Baleares, ya que el sector agroalimentario de las Islas no puede competir en volumen ni en cantidad, pero sí convertirse en un referente europeo de sostenibilidad, con alimentos de calidad y sostenibles".

Esto, ha concluido, permitiría que Baleares tuviera "un margen de competitividad importante frente a otros territorios".

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