Desde marzo, el ladrón estaba vendiendo las joyas robadas en varios establecimientos de compra-venta de oro. Se trataba de piezas muy nuevas, generalmente femeninas y sin ningún tipo de inscripción, informa Jefatura.

Tras las pesquisas, los investigadores averiguaron que el sospechoso era miembro de una familia propietaria de una joyería y que vendía las piezas muy por debajo de su valor.

Este hombre disponía de una copia de las llaves de los accesos a la joyería, así como las de la caja fuerte, y entró en el establecimiento sin tener consentimiento de la familia. En total sustrajo joyas por valor de unos 80.000 euros, sin percatarse los propietarios.

Los policías intervinieron inmediatamente las joyas vendidas en casas de compra-venta y lograron restituir las piezas de 12lotes entre los cerca de 60 distribuidos. Una vez identificado, el ladrón fue arrestado como presunto autor de un delito continuado de robo con fuerza.

El detenido, sin antecedentes y de origen español, fue puesto en libertad tras prestar declaración y ser advertido de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.