Maeso dice que se pinchó por no ponerse las gafas

Cuarto día de juicio.
El anestesista Juan Maeso, acusado del contagio de hepatitis C a 276 pacientes en diferentes hospitales de Valencia, admitió ayer ante el juez que, por no usar en el quirófano las gafas que necesita para corregir su miopía, pudo pincharse accidentalmente al aplicar la jeringuilla en la cánula de anestesiar.

Durante la cuarta sesión que se celebró en la Sección Segunda de la Audiencia de Valencia, Maeso reconoció que necesita gafas «desde que era pequeño» a causa de la miopía, aunque reconoció que no las llevaba puestas en todas las operaciones en las que intervenía.

Además, el acusado aseguró que «cualquiera» en un hospital puede inyectarse las anestesias que sobran de las operaciones quirúrgicas, en las que es «imposible saber» si al enfermo se le ha suministrado toda la cantidad que contienen las ampollas.

Maeso también afirmó que no sufre hepatitis C y aseveró que jamás ha pedido un vale de tóxicos al Colegio de Médicos ni acudió a la farmacia a comprarse analgésicos inyectables.

Ante estas declaraciones, una de las acusaciones particulares, ejercida por Manuel Mata, le preguntó que de dónde sacaba el analgésico opiáceo que dijo haberse inyectado en dos ocasiones para un dolor en el codo. Maeso contestó que de un «botiquín del año de la picor» que tenía.

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Valencia, Vicente Alapont, aseguró que el virus de la hepatitis C se contagia «exclusivamente» por vía sanguínea y desmintió así a Maeso, que señaló que este virus se podía transmitir por la saliva o la cera del oído.

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