Estas monedas tienen el mismo diámetro, el mismo peso y el mismo diseño externo que las monedas de un euro: una parte central de cuproníquel (plateada) y un anillo externo de níquel y latón (dorado). Pero las caras son las que revelan la diferencia. En los 100 pesos está el escudo de Chile en vez del símbolo del euro y la efigie de una india mapuche en vez del Rey Juan Carlos I (en el caso de los euros españoles). El problema es que esa moneda de 100 pesos tiene un valor de unos 13 céntimos.

Es una estafa

Si nos cuelan una de estas monedas haciéndola pasar por un euro se trata de una estafa, según un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía de Murcia. Aún no han recibido denuncias «porque si el valor de la estafa es de menos de 400 euros no es delito, es falta, y nadie denuncia por unos céntimos», pero sí tienen constancia de que estas prácticas se producen a pequeña escala.

El Banco de España, por su parte, aconseja «fijarse bien» y acudir a la Policía en el caso de que recibamos una moneda de este tipo.

No funcionan en expendedoras

El que tenga una moneda de 100 pesos chilenos y esté pensando en colarla en una cabina, una máquina de la ORA o una expendedora de refrescos, ya puede ir quitándose la idea de la cabeza. No son válidas porque las máquinas sólo van con euros y detectan que estas monedas no tiene las características electromagnéticas propias de los euros.