El local, que está en la calle Torres, tenía que precintarse ayer porque genera «molestias por ruido al vecino» que vive en la finca colindante. Aun así, las pruebas de sonido se hicieron pensando que se trataba de un local musical cuando, en realidad, no tiene ni una radio. Por este motivo, los inspectores tienen que volver a hacer las mediciones sonométricas y comprobar «si el ruido de la cafetera o la televisión molesta al vecino». En julio, también se suspendió otra orden de cierre de este bar.
Aplazan el precinto de un bar
El distrito de Nou Barris ha aplazado, por segunda vez, la orden de cierre del bar El Racó de L’Ana, según informó ayer la gerente del distrito, Gemma Arau.
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