Apenas dos semanas después de los primeros derribos, el poblado chabolista de Las Mimbreras volvió a vivir este martes nuevos desalojos. Aunque en esta ocasión los vecinos no se quedaron de brazos cruzados y acabaron emprendiéndola a pedradas contra la Policía.

El incidente duró poco tiempo y no hubo que lamentar ningún herido. Tampoco hubo detenidos, según la Policía. Aunque no fue, ni mucho menos, pacífico. De hecho, durante el desalojo, unos cuantos neumáticos en llamas daban la bienvenida en la carretera de entrada al poblado.

"Aquí la cosa está que arde. La gente habla incluso de cortar la M-40 si la Policía vuelve a aparecer por aquí la semana que viene", dice Juan Carlos, uno de los vecinos cuya chabola no ha sido derribada, de momento.

Derribadas ocho infraviviendas

Al final se echaron abajo ocho infraviviendas, las cuales forman parte del proyecto de desalojo de esta zona marginal, a la altura del aeródromo de Cuatro Vientos. Además, se suman a los diez derribos que ya se llevaron a cabo el pasado 25 de junio, fecha en la que comenzó el plan de desmantelamiento.

A algunas de las familias desahuciadas la Comunidad ya les ha prometido un realojo en algún piso de protección, pero éste no se producirá hasta enero de 2010: "Entretanto no sabemos qué hacer. De momento, esta noche tendremos que pasarla en la calle", dice Moisés Silva, padre de familia de 25 años con dos hijos y otro en camino, entre los escombros de su chabola. "Sólo hemos podido recuperar la lavadora y cuatro trapos. Vinieron por sorpresa", explica.

Convenio chabolista

Esta actuación se enmarca dentro del convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Comunidad para la erradicación del chabolismo, que se extiende a un total de cuatro poblados: Santa Catalina (Puente de Vallecas), El Ventorro (Villaverde), El Cañaveral (Vicálvaro) y las propias Mimbreras.

En este último poblado habitan 121 familias, y está previsto que la Comunidad realoje a todas aquellas que reúnan los requisitos establecidos para ello.

Todos, menos la Cañada Real

El convenio firmado por el Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno regional para acabar con el chabolismo en la capital no contempla a la Cañada Real, la mayor zona marginal de la comunidad, situada al lado de Rivas-Vaciamadrid y con cerca de 40.000 habitantes.

Según los expertos de la Comunidad, el problema de la Cañada es "demasiado complejo" y necesita un plan aparte.