Después de tantos meses de confinamientos, cierres perimetrales y falta de movilidad, viajar se ha convertido, no ya en un mero entretenimiento, sino en una necesidad. Necesitamos salir, movernos, viajar y descubrir sitios nuevos. En una situación tan diferente como la que estamos viviendo todos buscamos nuevas formas de disfrutar de nuestro tiempo de ocio, nuevas maneras de viajar, nuevos destinos y nuevas experiencias en unas vacaciones diferentes. Nada mejor para ello que un recorrido viajero por Castilla y León en forma de “road-trip” para descubrir ciudades monumentales, pueblos con encanto, parajes conmovedores y tentaciones gastronómicas que despierten todos nuestros sentidos.
Empecemos nuestra ruta en Valladolid para, después de descubrir su grandeza patrimonial, monumental y gastronómica, sumergirnos de lleno en un universo burdeos configurado por la cultura del vino. Del buen vino. Recorrer la Ribera del Duero es sentir la emoción de un milagro llamado enoturismo que ha convertido estas tierras en el paraíso de quienes saben apreciar las cualidades de ese néctar divino. Un néctar que ha llenado la Ribera del Duero de vida, casas rurales, hoteles con encanto, bodegas visitables, restaurantes espectaculares y un sinfín de propuestas turísticas marcadas por el denominador común de la calidad. Y en este camino enoturístico no podemos desaprovechar la oportunidad de visitar también joyas patrimoniales como el Monasterio de Santa María de Valbuena, la Iglesia de Olivares de Duero o el castillo de Peñafiel entre otras muchas.
Continuando nuestro viaje en dirección a Zamora podemos prolongar nuestra experiencia enoturística en la ciudad de Toro donde se integran perfectamente un patrimonio monumental incomparable con el sabor de un vino que, lejos de su antigua imagen de rudeza, se ha convertido en un manjar líquido que puede degustarse en multitud de bodegas y restaurantes especializados. La Colegiata de Santa María La Mayor o la Iglesia del Santo Sepulcro son magníficos preludios monumentales del espectacular románico que encontraremos en la capital zamorana. La historia milenaria de Zamora ha dejado el legado de impresionantes monumentos que adornan una de las mayores concentraciones urbanas de arte románico. La Catedral, la Iglesia de San Pedro y San Ildefonso o la Iglesia de Santa María Magdalena son sólo unos ejemplos de un espectáculo patrimonial que sorprende a cada paso por el centro de la ciudad.
Desde Zamora damos un giro temático en nuestro recorrido centrándonos en las posibilidades que nos ofrece el patrimonio natural de Castilla y León. Para ello planteamos una ruta circular por todo el límite perimetral de la región para descubrir que se puede dar una vuelta entera a la Comunidad Autónoma más grande de España enlazando en nuestro recorrido parques y espacios naturales protegidos. Empezando por la misma provincia de Zamora podemos adentrarnos en la mágica Sierra de la Culebra donde, con un poco de suerte, podremos admirar la imponente figura de algún lobo campando en su hábitat natural. Desde allí, a poca distancia, nos encontramos con el Parque Natural de Sanabria donde, además de su impresionante lago de origen glaciar, podemos disfrutar de sorprendentes rincones y pueblos singulares coronados por el majestuoso castillo de Puebla de Sanabria rodeado de construcciones de arquitectura tradicional que nos trasladan a otra época.
Continuando hacia el norte de la región nos dirigimos hacia El Bierzo que es, sin duda, una de las zonas con más variedad de recursos y más posibilidades turísticas de España. Aquí, a la riqueza paisajística y natural, añadimos atractivos tan impresionantes como Las Médulas o el Camino de Santiago que, además de ser declarados por la UNESCO como Sitios Patrimonio Mundial, dan vida a numerosos pueblos del entorno de gran belleza como Villafranca del Bierzo, Cacabelos, Peñalba de Santiago, Molinaseca o la capital, Ponferrada, entre otros muchos. Si a todo ello añadimos la riqueza enoturística de esta zona concentrada en la ruta del vino de El Bierzo nos encontramos con uno de los destinos más completos de nuestro país.
Seguimos nuestra particular vuelta a Castilla y León atravesando todo el norte de la región, saltando de un espacio natural a otro en lo que constituye un auténtico cinturón verde salpicado de enormes atractivos patrimoniales, artísticos, gastronómicos y enoturísticos. Desde El Bierzo no podemos dejar de visitar rincones singulares como el Valle del Silencio o Los Ancares antes de adentrarnos en el espacio natural de Babia y Luna donde reina la tranquilidad rodeada de una naturaleza desbordante. Merece la pena recorrer la ruta de los cuatro valles para sorprenderse con la belleza de la comarca de Omaña, llegar hasta Barrios de Luna con su espectacular puente y embalse, perderse por el bosque mágico de El Faedo o admirar el mirador de Peña Ubiña.
Sin salir de la provincia de León seguimos en dirección este para adentrarnos en la montaña de Riaño y Mampodre pasando por las singulares Hoces de Vegacervera. La montaña de Riaño encierra una enorme riqueza natural y cultural dispersa por sus pequeños pueblos rodeados de valles boscosos y grandes macizos de roca caliza. Desde aquí es inexcusable una visita al embalse de Riaño, al valle de Sajambre y sus rutas entre paisajes boscosos, al valle de Valdeón, donde hay que degustar su inolvidable queso o, por supuesto, al Parque Nacional de Picos de Europa donde transita la afamada senda del Cares.
Ya en la provincia de Palencia no dejamos nuestro recorrido de paisajes y naturaleza entrando en el Parque Natural de la Montaña Palentina donde los paisajes asombrosos se entremezclan con una de las mayores concentraciones de arte románico de Europa. La Iglesia de Santa Cecilia, el Monasterio de Santa María La Real, el Monasterio de San Andrés de Arroyo, la Iglesia de San Pedro en Moarves de Ojeda o la Iglesia Rupestre de San Vicente son sólo algunas muestras de un patrimonio monumental que se ha convertido en el principal factor de desarrollo sostenible de la zona. La posibilidad de admirar estas joyas artísticas junto a enclaves naturales como la cascada de Covalagua, el Geoparque Mundial de Las Loras o la Cueva de los Franceses convierten este recorrido en una experiencia única.
De la espectacular Montaña Palentina nos dirigimos a la zona de Las Merindades en el norte de la provincia de Burgos desde donde podremos perdernos entre paisajes impresionantes en las Hoces de Alto Ebro y Rudrón, el espacio natural de Ojo Guareña, Monte Santiago o los Montes Obarenses San Zadornil. Sin duda una encrucijada de espacios naturales donde, además, podremos visitar localidades cercanas de gran encanto y riqueza turística como Frías, Medina de Pomar, Oña, Espinosa de los Monteros, Poza de la sal o espectáculos naturales como el salto de la Mea, el monumento natural de Ojo Guareña y su increíble Capilla rupestre de San Tirso y San Bernabé, las cascadas de Las Machorras o los saltos de agua de El Peñón, del Nervión o del Molinar.
En la transición entre las provincias de Burgos y Soria descubrimos las Lagunas Glaciares de Neila que componen un excepcional paisaje de glaciaciones que han dejado su legado en forma de multitud de lagos, lagunas, ríos y cascadas. Entre ellas merecen especial atención por su riqueza natural y espectacularidad la Laguna Negra, la Laguna de la Cascada, la Laguna de las Pardillas o la Laguna larga entre otras. Un singular recorrido acuático que nos brinda la oportunidad de conocer parajes cercanos muy interesantes como la localidad de San Miguel, los puentes del Orillar o de Los Puentes y todo el patrimonio natural que encierran los Picos de Urbión. Realmente es difícil definir una ruta de naturaleza por la provincia de Soria puesto que toda ella constituye uno de los destinos de turismo de naturaleza más importantes de España. No obstante convendría aprovechar para visitar en nuestro recorrido atractivos turísticos sorianos tan importantes como el Cañón del Río Lobos, el valle del Duero, el Monumento Natural de La Fuentona, el Mirador de la Galiana, el sabinar de Calatañazor o pueblos tan singulares y encantadores como Vinuesa, Covaleda o Duruelo de la Sierra en la zona de Pinares.
Este peculiar “road-trip” continua desde la provincia de Soria por las provincias de Segovia, Ávila y Salamanca cuyas respectivas capitales han sido declaradas Patrimonio Mundial por lo que sus recursos monumentales merecen una visita específica que detallaremos en la próxima propuesta turística en nuestro particular recorrido por el cinturón verde de Castilla y León.