Suecia asume la presidencia de la UE con la promesa de "no mirarse al ombligo"

  • Es uno de los países más desarrollados del continente.
  • Sus principales retos: Luchar contra la crisis, lograr acuerdos medioambientales y preparar el Tratado de Lisboa.
  • La presidencia sueca precede a la española, a comienzos de 2010.
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en el Ayuntamiento de Estocolmo.
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en el Ayuntamiento de Estocolmo.
Henrik Montgomery / EFE
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en el Ayuntamiento de Estocolmo.

Suecia ha asumido este 1 de julio la presidencia de turno de la Unión Europea con un llamamiento a las fuerzas políticas para que se concentren en los graves problemas que aquejan a Europa y se olviden de los pulsos institucionales estériles.

"No es el momento de mirarse al ombligo", ha advertido el primer ministro sueco, el conservador Fredrik Reinfeldt, en la conferencia de prensa inaugural de la nueva presidencia comunitaria.

Suecia, uno de los Estados más desarrollados de Europa, tendrá tres retos durante su periodo: la prevención de nuevas crisis financieras, un ambicioso acuerdo mundial contra el cambio climático y preparar la previsible aplicación del Tratado de Lisboa, que depende de los resultados del referendo irlandés de octubre.

El nuevo presidente ha vuelto a a expresar su deseo de que se resuelvan las incertidumbres que planean todavía sobre la designación de la nueva Comisión Europea. El actual jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, recibió el respaldo de los líderes de la UE, pero tiene que ser ratificado por el parlamento.

Barroso pide su confirmación 

Barroso, tras la tradicional reunión entre la nueva presidencia y la Comisión, ha pedido que el Parlamento vote cuanto antes, si es posible en quince días, su confirmación como presidente, tal y como han recomendado los jefes de Estado o de Gobierno.

Pero añadió: "No soy yo quien va a presionar al Parlamento en un sentido u otro porque [lo] respeto mucho".

La experiencia sueca

El primer ministro sueco ha valorado la aportación que Estocolmo puede hacer a la prevención de nuevas crisis financieras y la consecución de un acuerdo internacional post-Kioto para la reducción de las emisiones contaminantes.

Suecia, según Reinfeldt, "aprendió mucho de su experiencia en los años noventa", cuando hizo frente con éxito a una seria crisis bancaria fruto de una reglamentación imprudente y del abrupto final de su propia burbuja inmobiliaria.

El hecho de que Suecia no forme parte de la Eurozona (rechazó la moneda única en un referéndum celebrado en 2003) no debería impedir un activo papel de la futura Presidencia.

En cuanto al medioambiente, el país está en la vanguardia del cumplimiento de los objetivos de reducción de Kioto, hace casi veinte años que introdujo una fiscalidad específica sobre el CO2, y se ha fijado una cuota de renovables en el consumo final de energía del 50% en 2020, frente al 20% de la UE.

Sobre el tratado de Lisboa, Reinfeldt ha explicado que la presidencia sueca tiene el propósito de que la cumbre de líderes comunitarios de octubre, que se celebrará pocos días después del previsto referéndum irlandés, pueda avanzar en la aplicación del Tratado de Lisboa si el resultado de esa consulta es positivo.

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