Molina considera en una nota "desproporcionadas" las críticas que se han vertido en redes sociales y prensa ante un proyecto "que está abierto desde lo municipal al análisis de todas las visiones del mismo y al que se le reclama un respeto escrupuloso al medio ambiente y a las zonas protegidas del municipio jandeño".

"No tengo ningún problema en sentarme con los colectivos ecologistas para analizar las competencias que le corresponden al Ayuntamiento, al mismo tiempo que realizar un frente común de entendimiento para trasladar las propuestas que se consideren a los promotores y administraciones implicadas en el mismo", ha manifestado.

Su "único objetivo" es que Barbate "tenga trabajo, una oferta de ocio acorde con sus potencialidades, y que todo ello se realice respetando el medio ambiente, nuestro ecosistema local y con una integración paisajística total", explica el regidor barbateño.

Molina afirma que desde el Ayuntamiento van a analizar la edificabilidad, que en principio no parece de alta densidad, para la extensión de la zona en cuestión, "que se encuentra fuera del parque natural y que no está limitafa por ningún tipo de protección medioambiental ni ninguna invasión en cuanto a las especies arbóreas y animales que se encuentren en la zona".

"En estos días convocaré a los colectivos ecologistas para contrastar los distintos análisis de cara a buscar lo mejor para el pueblo de Barbate", ha dicho.

El alcalde recuerda que "no existe en el Estado otro municipio que contribuya al espacio protegido como lo hace Barbate, sin recibir ningún tipo de compensación económica más allá de la satisfacción de sus vecinos y responsables municipales al proteger nuestra biodiversidad y el orgullo de vivir en una tierra respetuosa, sostenible y medioambientalmente privilegiada".

Con esta reflexión y con la idea de analizar conjuntamente el proyecto, Miguel Molina pretende "implementar la transparencia del mismo y avanzar en posturas comunes con todo el tejido social".