Al parecer, la mujer dejaba habitualmente en el mismo bar a la niña, un bebé de pocos meses que estaba, presuntamente, mal atendida. La responsable del establecimiento ya había alertado con anterioridad a la Policía Local, pero la tía siempre se llevaba a la niña antes de la intervención policial.

En esta última ocasión, la tía dejó presuntamente al bebé a las 15.20 horas, al cuidado de la responsable del bar, quien volvió a advertir a la Policía Local que la mujer, de nacionalidad española y cuya identidad no ha trascendido, se encontraba en estado de embriaguez y con síntomas de haber consumido sustancias estupefacientes.

Internamiento del bebé

Al lugar acudió una patrulla de la Policía Local que no logró localizarla, por lo que el SEMAS se hizo cargo del caso y dio parte a la Fiscalía de Menores, que autorizó el internamiento del bebé en el centro Cardenal Belluga del municipio de Murcia. En adelante, el SEMAS se hará cargo de la localización de la madre y de presentar la denuncia, si corresponde, en la Fiscalía.

Según La Verdad la tía de la niña amenazó a la propietaria y destrozó el bar porque la culpa a ella de que le hayan quitado a la pequeña. Al parecer, la tía de la niña, es una joven de 23 años, hermana de la madre de la pequeña, que suele hacerse cargo de ella.

Sucia y desnutrida

A pesar de que el bebé presentaba picaduras de pulgas y mosquitos en el cuerpo, se encontraba sucio y desnutrido, no llevaba pañales y vestía como única prenda un pañuelo de mujer, tras el reconocimiento médico se comprobó que estaba en perfecto estado de salud. Según Isabel, tía de la niña aún no entiende por qué se la han quitado, ya que ha asegurado que la tenía bien atendida y limpia.

Esta joven reconoce que le dejó la niña a la camarera de un bar de La Raya, denunciante del caso, pero asegura no conocer los motivos para que ésta avisase al día siguiente a la Policía Local. "Yo me llevaba muy bien con la camarera", cuenta. "Siempre hablaba con ella cuando iba al bar. Voy muy a menudo porque en casa me aburro".

Isabel le entregó a la niña el viernes por la noche y quedó en recogerla el sábado temprano. "Yo tenía que recogerla a las nueve de la mañana para coger un tren y llevársela a mi hermana a Águilas ese mediodía". Según la tía de la pequeña, el sábado a primera hora telefoneó a la camarera y ésta le pidió quedarse con la niña un par de horas más.

A las tres de la tarde, al no tener noticias del paradero del bebé, se presentó en el bar. "Ella empezó a llorar y a decirme que una chica de un locutorio había llamado a la Policía porque la había visto trabajando en el bar con un bebé". "Luego me enteré que todo era mentira y que había sido ella la que llamó a la poli". Aunque indignada con la situación, Isabel reconoce que se culpa por lo que ha ocurrido.

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