En las épocas de crisis aumentan las personas que se valen de las drogas para evadirse de la realidad y quienes simplemente recurren a ellas para venderlas y ganar dinero. El ‘menudeo' de estupefacientes se cuadruplicó en la región durante el último año. En 2008, se abrieron 160 investigaciones por tráfico de estas sustancias un 310% más que el año anterior (entonces fueron 39), tal como refleja la Memoria de la Fiscalía Antidroga de Asturias.

Las autoridades alertan además sobre el aumento de este mercado en la Prisión de Villabona y el cada vez mayor número de incautaciones de estupefacientes en locales. El año pasado detuvieron a 362 personas, casi una cada día, acusadas de vender drogas en bares o cafeterías.

La mayoría de sustancias intervenidas el año pasado fueron hachís y cocaína. De la primera se incautaron 216 kilogramos, más del doble que un año antes (84). Sin embargo, se desplomó la cantidad requisada de la segunda droga más frecuente, la cocaína. Pasó de 71 kilos en 2007 a 3,7 el año pasado.

Ser camello, «rentable»

Una de las causas del aumento en la región del tráfico de hachís es, según José Perals, fiscal antidroga de Asturias, «la levedad con que se castiga». En su opinión, las penas más graves oscilan entre los tres años y los cuatro y seis meses. «Los beneficios son cuantiosos y el riesgo penal muy pequeño» por lo que el narcotráfico se convierte en una actividad «rentable», dice. Reclama un endurecimiento de las condenas.

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