Debido a su aprendizaje en las Fuerzas Aéreas británicas, los herederos al trono de Inglaterra, Guillermo y Enrique, tienen que compartir últimamente algo más que el apellido: el espacio y la convivencia.

Los hijos del príncipe Carlos se encuentran desde mayo de este año en la academia de la Royal Air Force, en Shawbury, cuenta ¡Hola!, y desde entonces tienen que compartir habitación y ocuparse de las tareas domésticas en común. Guillermo, haciendo gala de su sentido del humor, ha dicho, acerca de la convivencia, que su hermano Enrique no lo lleva nada mal, "teniendo en cuenta que soy yo el que cocina y limpia".

Ambos hermanos están estudiando y haciendo prácticas para ser pilotos de helicópteros de rescate, algo que apasiona especialmente al más pequeño, Enrique, que quiere estar "en primera línea de combate". Guillermo, por su parte, ha dicho que no se ha unido al ejército para que le tratasen de forma distinta, y que desea seguir los pasos de su hermano, de quien se siente muy orgulloso tras haber pasado diez duras semanas en Afganistán, a donde quiere regresar tras terminar su curso de aprendizaje, especializado en los helicópteros Lynx.

Sobre la convivencia, ambos hermanos han estado de acuerdo: "Es la primera y última vez que vamos a vivir así", declararon entre risas. Aunque los dos hermanos se llevan a la perfección y la diferencia de edad es mínima, ambos son de carácteres distintos y muy independientes. "Ha sido una experiencia emocional" ha dicho el mayor de los hermanos, Guillermo, que cumplirá próximamente 27 años. "Enrique lava los platos pero luego tengo que darles una segunda pasada. Además, ronca bastante".

El futuro rey de Inglaterra terminará su curso de entrenamiento a principios del año que viene, si todo marcha según lo previsto, mientras que Enrique tendrá que continuar hasta marzo y además, seguir un curso de piloto de Lynx durante seis meses más.