Ferrer murió a causa de complicaciones respiratorias y cardíacas a consecuencia del accidente cerebrovascular que sufrió el 19 de marzo y será enterrado en India, adonde acudirá el presidente del Congreso, José Bono, como representante del Gobierno.

El cooperante dedicó casi toda su vida a luchar contra la pobreza en India, primero como misionero jesuita y luego a través de su fundación, dedicada a las comunidades más desfavorecidas de Anantapur.

Cuando ganó el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998, el jurado destacó su trabajo abnegado y tenaz y su contribución al progreso y a la mejora de las condiciones de vida de los pueblos, ayudando de esta forma al mejor entendimiento entre los hombres.

'Sé que todos sentimos que Vicente ha llevado a cabo mucho más que una gran obra en el transcurso de su vida', dijo su viuda, Anna Ferrer, en un comunicado firmado también por su hijo Moncho y otros familiares en la web de la fundación.

'Ahora ha llegado su momento de descansar en paz, y el nuestro de continuar con la gran labor que él comenzó así como de difundir sus ideales de compromiso con los más desfavorecidos y 'la acción' para remediar el sufrimiento de este mundo', agregaron.

Ferrer, natural de Barcelona, entendía la paz no sólo como la ausencia de conflictos sino también como la 'lucha contra la discriminación, el sufrimiento y la pobreza', según su ONG.

La secretaría de Estado de Cooperación Internacional lamentó a gran pérdida supone para la consecución de un mundo más justo, objetivo final de la cooperación para el desarrollo, mientras que el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy destacó su 'trabajo solidario y abnegado a favor de los más necesitados, así como la labor de la Fundación, permanecerá siempre como estímulo de esperanza y ejemplo para todos nosotros'.

Desde el PSOE se destacó la 'lección de vida' del misionero y considera que su vida será un referente fundamental para miles de cooperantes españoles.

La Generalitat y el Parlamento catalanes también expresaron su pesar por la muerte de su conciudadano.

MÁS DE 2,5 MILLONES DE BENEFICIADOS

La Fundación Vicente Ferrer en India aporta proyectos de desarrollo en educación, vivienda, mujer, sanidad, ecología y personas con discapacidad en más de 2.000 pueblos de India, beneficiando a más de 2,5 millones de personas de las castas más bajas.

Ferrer llegó a Mumbai en 1952 como misionero jesuita para completar su formación espiritual y se comprometió a dedicarse a los más pobres en India aunque su labor levantó suspicacias en las clases dirigentes.

En 1969, tras una breve estancia fuera de India, se estableció en Anantapur, en el estado de Andhra Pradesh, abandonó la Compañía de Jesús y creó su fundación junto a la que posteriormente se convertirá en su mujer, Anne Perry.

En 1996 instauró en España su fundación para conseguir financiación económica para sus proyectos en India, que hoy llevan a cabo un equipo de unas 1.900 personas con el apoyo de más de 139.000 colaboradores.