Colársela al seguro. Éste parece ser el lema de los 2.540 murcianos que en 2008 intentaron defraudar a su compañía de seguros, según datos del informe anual Fraude al Seguro Español, editado por ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras). Son, de media, siete al día.

La mayoría de estos timos (el 82,4%) se detectan en los seguros para el automóvil (2.094). Del resto, destacan 398 fraudes en seguros de responsabilidad civil y los 42 registrados en seguros de vida, salud o accidente. Las compañías aseguradoras se basan en una serie de indicios para sospechar que un cliente está cometiendo una estafa.

Estos indicios son: los antecedentes del asegurado, si tiene problemas económicos, si ha contratado o ampliado su seguro justo antes del accidente, si hay similitud de apellidos en las personas implicadas, los que se derivan del peritaje, por el relato del siniestro, por el nerviosismo o las contradicciones del asegurado al explicar los hechos o por la desproporción entre las causas aducidas por el cliente y los efectos finales.

Según explicó Antonio Ródenas, presidente del colegio de mediadores de seguros titulados, el fraude se detecta a través de los peritos.

"Para luchar contra el fraude hay que intentar demostrar la preexistencia de bienes. Es importante pedir facturas o fotografías de las cosas. Lo más común que hace la gente para defraudar es simular siniestros, golpes".