No es que el Gobierno recorte la paga entre los parados porque ahora hay muchos más, sino que los nuevos desocupados proceden de trabajos cada vez más precarios. Consecuencia: la prestación se va reduciendo.

En la provincia de Barcelona, los 360.799 desempleados con contribución de cualquier tipo (19.851 no perciben nada) cobran de media 909,46 1 al mes, con los datos de abril, los últimos. Un año atrás, cuando ya aumentaba el paro, la cifra era de 862,42 euros mensuales (12 pagas que tributan IRPF).

En cambio, antes de desatarse la crisis, las mensualidades llegaban a 1.068,3 1 (abril de 2007), 1.100,1 1 (abril de 2006) o 1.021,9 1 (abril de 2005). Dicho de otra manera, un parado cobra ahora entre 100 y 200 euros menos que antes de la recesión. En estas cifras no se ha tenido en cuenta el efecto de la inflación (en tres años, el IPCha subido un 12% en Barcelona).

«Mucho trabajo que se destruye es precario (contratos temporales, empleo poco cualificado y con salarios bajos). Como la prestación es proporcional a la base cotizada, se cobra menos», razona Camil Ros (UGT). También aumenta el tiempo desocupado. Cuando se supera el medio año en la cola del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC), el parado ve reducida la remuneración.

Cristina Faciaben (CCOO) comparte el análisis y advierte de que en pocos meses se dispararán los parados que no reciban ni prestación contributiva ni el subsidio de desempleo, sobre todo, entre los jóvenes y personas sin cargas familiares.