Todos dicen que tiene algo diferente a las demás y es cierto, aunque sólo sea por la energía llena de calma y vitalidad que irradia. Tal vez por eso sus padres la apodaron Aura desde pequeña y ahora ella lo ha convertido en su nombre artístico. La danesa María Dione habla con 20minutos.es sobre su primer disco, Columbine (SONY BMG-Music for dreams, 2008), que logró el pasado año tres Discos de Oro en su país natal.

Es joven, escribe, compone, canta y quiere que todos conozcamos los 12 temas de su primer trabajo, que cuenta con Song for Sophie como single de presentación. En su país la relacionaron desde unprincipio con Tracy Chapman y Dido y ella asegura que "para mí fue un honor".

Podría decirse que no es el mejor momento para entrar en el mundo de la música. ¿Por qué eligió entrar?

Digamos que no lo elegí la música, sino que la música me eligió a mí. Cuando eres un artista no te levantas una mañana y lo decides. Lo llevas en la sangre. Siempre tuve la música en mi vida.

Empezó a tocar y escribir canciones con 10 años, ¿le viene de familia?

Crecí en un barco con mis padres, donde no puedes hacer mucho. Leía, contábamos historias, escuchaba mucha música... Tienes tu propio mundo. Mi madre también es músico también y mi padre colecciona guitarras, así que no me fue difícil conseguir una. Siempre escribía, siempre tenía bolis en las mochilas (risas), de repente abría una y salía un montón de bolígrafos.

Todo el mundo dice que ofrece algo diferente. ¿Qué cree que puede ser?

Es una pregunta complicada ya que, bueno, todos somos iguales y diferentes a la vez. Creo que soy sincera, es un disco muy personal. Son mis canciones, mis colores, mi música, mi ropa... He elegido todo el diseño de la portada, las fotos... Es como si pusiera mi huella.

¿Qué hay detrás de sus suaves melodías?

Mi música es pop, pero esto sólo lo digo como para clasificarlo, de cara a la gente. En realidad, es como una ola que te toca. Es un disco en el que cada mañana puedes encontrar sonidos diferentes o te puede provocar emociones diferentes, porque es un disco que habla de emociones. Muchas veces escucho algunas canciones y me da vergüenza, otras veces pienso... "pero si yo nunca me he sentido así". Mis canciones son emociones y éstas cambian cada día.

¿Cómo nacen sus canciones?

Nunca es lo mismo. Con Song for Sophie me levanté una noche y simplemente me puse a escribirla. Con Are you for sale iba un día por la calle arreglada con un vestido nuevo y unos tacones larguísimos y comencé a escuchar una respiración detrás de mí... Era el hombre más gordo que yo jamás había visto y me gritó "¡Hey! ¿Estás en venta?" Me fui a casa tan enfadada que me puse a escribir. Por ejemplo Little Louie la escribí cuando tenía 11 años. Habla sobre todas las cosas que puedes hacer pero no te atreves. Porque hay una diferencia grande entre el miedo y el peligro. Te puede dar algo miedo que en realidad no es peligroso, pero no te atreves a hacerlo.

¿Y a usted no le da miedo entrar en este mundo a nivel más internacional?

Claro que sí, pero me lo tomo como un reto, de otra manera no es divertido. Me quito de encima mis miedos para hacer las cosas que no me atrevo.

¿Su objetivo en la música es convertirse en una estrella del pop mundial?

Me encantaría ser una estrella del pop. Ya lo soy en mi país. Aunque es sólo un término. Es como si te dijeran "¿quieres viajar por todo el mundo y divertirte ofreciendo un montón de conciertos?" Claro que quiero.

En el último año han nacido muchos nuevos nombres femeninos en la música. Una nueva generación de cantantes como Katy Perry. ¿Se siente dentro de esta nueva ola?

Sí y no. Katy Perry es muy divertida y me gusta mucho el trabajo que está haciendo. Sí creo que es como una nueva ola de mujeres cantantes que es necesaria. En Dinamarca en los años 70 quemaban los sujetadores por reclamar cosas como salir de casa. Hay una nueva ola de feministas que tienen una manera muy femenina de serlo. Creo en la libertad.

¿Cómo es su show y qué peculiaridades encontraría en el público español?

En España ofrecemos conciertos muy sencillos. Sólo estoy acompañada en el escenario por un guitarrista, aunque en otras ocasiones ofrecemos conciertos con toda la banda. Aquí quiero conocer al público y que la gente escuche el disco. La única diferencia es que los españoles deciden ir a tomar una cerveza y de repente encuentran en el escenario a una chica cantando y tocando la guitarra. Simplemente hablan más y yo tengo que levantar más la voz.

Wah Wah: Campoamor, 52. Jueves 4 de junio, 22.30 h. 10/13 €.

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