Los pescadores aseguran que este nuevo plan, vigente desde enero de 2020, está reduciendo gradualmente la flota de arrastre por las restricciones a la jornada laboral, los días laborables y las zonas de pesca que regula, según un comunicado de la infraestructura este viernes.

Para mostrar el descontento con el plan, la flota pesquera de la Mediterránea ha parado en bloque a partir de este viernes a las 11.30 horas para solicitar a la Comisión Europea y al Gobierno de España que actúen para evitar la desaparición de esta modalidad de pesca.

El Port de Tarragona ha asegurado que "observa con preocupación" los problemas del sector pesquero y ha mostrado su solidaridad con las demandas para revisar la normativa y "asegurar la viabilidad presente y futura de la actividad pesquera".

La Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) ha señalado que las dificultades que se han ido acumulando han llegado "a poner en riesgo la viabilidad de las cofradías de pescadores" y ha pedido celeridad a las autoridades para encontrar soluciones adecuadas.