Desde la Coordinada, se ha mostrado su deseo a que esta vez se tomen muestras para contrastar lo que vienen alertando desde hace años, que es que el carbón proviene posiblemente de los acopios de El Musel.

"Acopios que están sin protección alguna de la acción del viento, al estar cubierto o tener parámetros laterales suficientes, estando almacenados estos graneles contra los criterios que obligan a estar protegido para evitar la contaminación por su dispersión", han señalado en nota de prensa.

"Es necesario una vez identificados los responsables, se tomen medidas para evitar esta contaminación con sus correspondientes impactos económicos y ambientales en el entorno", han añadido.

Según la Coordinadora, estos vertidos, aparte del grave impacto que tienen para la actividad turística, también tienen un serio impacto para los ecosistemas marinos.

A este respecto, han explicado que las fuertes acumulaciones de este mineral en el fondo marino impide que penetre la luz, lo que inhibe a las micro algas para realizar la fotosíntesis.

Asimismo, han indicado que, al caer el carbón, los procesos de alimentación de los pequeños organismos filtradores se ven afectados, como también afecta a las actividades de acuicultura que se desarrollan ya en el puerto y las se pretendan en el entorno de El Musel.