A la vuelta de las vacaciones estivales veremos a más policías locales en la calle. El Ayuntamiento reorganizará la plantilla para reforzar las patrullas de barrio y las de tráfico a fin de fomentar las conductas cívicas.

El motivo no es otro que la entrada en vigor de la nueva ordenanza sobre la convivencia, un texto que se aprueba de forma inicial en el pleno de mayo y que añade multitud de matices a las relaciones ciudadanas.

Uno de los más polémicos es el de la prostitución, una práctica que se prohíbe y penaliza con sanciones de hasta 3.000 euros «tanto a la persona que la ejerce como al cliente», indica el edil de Protección Ciudadana, Eduardo Moral. Dichas multas también se aplicarán a «cualquier persona que sea pillado» en pleno acto sexual.

En el caso de las prostitutas y mendigos «agresivos o que pidan dinero con menores», se ha previsto una serie de medidas, «que podrán sustituir a las sanciones» como entrar obligatoriamente en el protocolo de actuación de los servicios sociales «con sesiones individualizadas o cursos», reza la nueva ordenanza.

El éxito de ésta depende, en palabras del edil, de la «implicación de los agentes, que velarán por el respeto de las nuevas normas».

Algunas tienen que ver con el mobiliario urbano. Los padres serán responsables subsidiarios si sus hijos rompen un banco con su monopatín o hacen un grafiti sin autorización con multas de entre 751 y 3.000 euros.

La normativa contempla otras obligaciones ciudadanas: considera abandono «no impedir la huida de un animal doméstico», recomienda a los pubs poner una placa apelando al respeto al descanso de los residentes y sanciona la contaminación lumínica, acústica o del agua.

Curiosidades

Barbacoas: Se permiten siempre que el olor no moleste a los vecinos.

Nada de portazos: Ni golpes, gritos, saltos o cambiar los muebles de sitio en plena noche.

Respeto a la siesta: Se prohíbe cualquier tipo de actividad molesta entre las 15 y las 17 horas.

Escarbar en la basura: Todo lo que cae al cubo o está junto a él es «propiedad municipal».