Perder un pecho o parte de él es un trauma para muchas mujeres. La asociación Amama presta apoyo e informa sobre las nuevas técnicas quirúrgicas y la prevención del cáncer de mama. Eulogia es un presidenta desde hace diez años.

¿Qué supone ser una mujer mastectomizada?

Te cambia la vida. Además de luchar contra el cáncer hay que enfrentarse a mirarte en el espejo. Luego está la rehabilitación, el ir a la playa, salir a la calle...

La familia es un apoyo.

La familia debe ser un apoyo, pero a veces no ocurre así. Las mujeres se enfrentan a situaciones muy complicadas y no siempre se superan.

Divorcio.

Hay gente que le da más importancia a un pecho que a un matrimonio, por eso es importante contar con especialistas que ayuden no sólo a la mujer, si no también a la pareja. El marido y los hijos son esenciales.

Todo empieza en el hospital.

Cuando te diagnostican el cáncer ya es complicado, luego tras la operación hay que seguir luchando. Nosotras tenemos voluntarias que van a los hospitales para apoyar a las mujeres.

Además de esto, ¿qué ofrecen en su asociación?

Somos más de cien socias y ofrecemos desde masajes en los brazos a clases de cocina o talleres de memoria. También hacemos un desfile de bañadores.

Elegir ropa, ¿un suplicio?

Ahora hay prótesis con las que no se nota nada. Además, la cirugía ha avanzado y la reconstrucción cada vez es más fácil, en algunos casos se realiza en la misma operación.

¿Es un problema de edad? No, hay gente cada vez más joven, con 20 años. Por eso la prevención y los controles son tan importantes.