Junta Central Fallera instala un pebetero en la plaza del Ayuntamiento de València como "símbolo de esperanza"

La Junta Central Fallera (JCF) ha instalado en el enclave de la plaza del Ayuntamiento de València, donde tradicionalmente se planta el monumento municipal, un pebetero de cuatro metros de altura con una llama encendida en recuerdo de "los que ya no están" y como "símbolo de esperanza" frente a la pandemia.
Junta Central Fallera instala un pebetero en la plaza del Ayuntamiento de València como "símbolo de esperanza"
La Junta Central Fallera (JCF) ha instalado en el enclave de la plaza del Ayuntamiento de València, donde tradicionalmente se planta el monumento municipal, un pebetero de cuatro metros de altura.
JUNTA CENTRAL FALLERA
Junta Central Fallera instala un pebetero en la plaza del Ayuntamiento de València como "símbolo de esperanza"

Desde este miércoles -día en que se cumple un año desde la suspensión de las Fallas por el coronavirus- y hasta el 19 de marzo, esa llama estará encendida y presidirá la plaza hasta la 'Cremà' de la Falla Municipal de 2021, con una llama del mismo material con el cual se ha construido el pebetero, según ha informado la JCF en un comunicado.

El pebetero se ha encendido a las 22.19 horas, coincidiendo con la hora exacta del anuncio, ahora hace un año, de la cancelación de la fiesta de las Fallas por parte del president de la Generalitat Valenciana.

La pieza, de cuatro metros de altura, reproduce el diseño del Cartel de Fallas de 2021, obra de Diego Mir y Fase Studio. Un pebetero al que le ha dado forma tridimensional el artista fallero Miguel Banaclocha y que, además de simbolizar que las Fallas "continúan trabajando y luchando por la fiesta", es un homenaje a "todos y todas los que nos han dejado en este largo año de pandemia, falleros y falleras, vecinos y vecinas y en definitiva, ciudadanos y ciudadanas que ahora nos iluminan desde el cielo".

Hace un año, el colectivo fallero recibió una de las peores noticias. "Con muchas piezas de las Fallas en la calle, con la pólvora haciendo temblar la plaza del Ayuntamiento cada mediodía, con los talleres rematando las galas valencianas, con los floristas preparando los ramos de la Ofrenda y los músicos afinando los instrumentos, con los casales abiertos, los buñuelos casi hechos y las risas de los falleros y las falleras a las puertas de su semana grande", ha recordado la Junta Central Fallera.

Así, hace 365 días que las fiestas "luchan para mantener viva la llama". "El mundo fallero ha demostrado que es responsable y resiliente. Y por eso nos hemos reinventado y hemos querido estar presentes a través del fuego, purificador y eterno", ha señalado la JCF.

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