Más de 8.000 mujeres cobraron en 2008 los 500 euros del Principado del cheque-bebé. Ellas lo tramitaron a la vez que el cheque de Zapatero de 2.500 euros y el único requisito era haber sido madres. Fueron las primeras y las últimas en hacerlo sin exigencias. Las que dieron a luz a partir de noviembre, unas 3.000, todavía esperan para solicitarlo.

A partir de ahora, el Gobierno regional lo concederá en función de las rentas, es decir que quien tenga unos ingresos bajos cobrará los 500 euros íntegros, pero quien los tenga altos no cobrará nada, como ocurre, por ejemplo en las becas para libros.

Según comprometió ayer la consejera de Bienestar Social, Noemí Martín, el cheque-bebé intentará abarcar el mayor número de familias aunque tendrá como límite una renta máxima que, de momento, se desconoce. El objetivo del Principado con este cambio es conseguir una subvención «más justa».

La ayuda será pues «progresiva». Debido a este matiz introducido con la entrada de Izquierda Unida en el Ejecutivo asturiano (en el acuerdo de gobierno establece que las ayudas directas son progresivas) y para contrastar datos fiscales, pasa a depender de la Consejería de Economía y no de Bienestar Social como hasta ahora.

¿Ahora habrá atasco?

Ahora, Economía tendrá que redactar cómo se concede el nuevo cheque-bebé que ya no será de 500 euros para todas las mamás. Después, abrirá la convocatoria para pedir la ayuda y la Administración decidirá entonces si tiene derecho o no a percibirla.

La pregunta que ahora se hacen las madres es si habrá atasco para cobrar porque «cada mes somos más, hay acumuladas y ahora el proceso será más complicado».

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