Nadie emigra porque quiere. Este podía ser el mensaje que llega al Gran Teatro este fin de semana de la mano del escritor y dramaturgo montillano Juan Carlos Rubio.

Rubio llega a su tierra natal para hacer ver a su gente el éxito que está llevando por numerosas ciudades españolas e incluso extranjeras, como Miami donde tuvo una gran acogida. Sobre el escenario, los asistentes verán la historia de Arizona, un argumento que hace reflexionar sobre la intolerancia y la xenofobia con el fenómeno de la inmigración ilegal, algo muy conocido en la España actual.

En concreto, se narra la historia de un matrimonio, George y Margaret, que pertenecen a un grupo de civiles norteamericanos voluntarios a los que se les ha adjudicado la vigilancia de un punto fronterizo lúgubre entre México y Estados Unidos para controlar el flujo de inmigrantes.

Se establece en la obra la dicotomía entre la reflexión con esos vecinos del sur o el mundo de la violencia. La obra que llega este fin de semana a las tablas del Gran Teatro avanza a través de diálogos concisos, silencios prolongados y efectos de viento que irán revelando sus dudas y contradicciones acerca de la supuesta seguridad que proclama el patriotismo de su organización.

El autor confía en que esta obra «nos haga replantearnos a todos que nadie deja su país por gusto, eso no se llama inmigración».

Rubio se muestra muy comprensivo con el fenómeno migratorio y señala que la sociedad del primer mundo sería más tolerante con el mismo si tratara de entender las razones que llevan a estas personas a abandonarlo todo un su país natal para buscarse una vida mejor. En definitiva, un guiño a la tolerancia con el pueblo que un día tuvo que emigrar.

Gran Teatro. Avda. Gran Capitán, 3. Córdoba. Hoy a las 21.00 horas. Entradas: de cinco a 15 euros.

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