Manu Arregui(Santander, 1970) se ha hecho un hueco en el mundo del arte gracias a sus trabajos, basados en su mayoría en el trabajo digital. El videoarte y el modelado en tres dimensiones son las técnicas que más emplea en su obra.

El artista maneja en su obra referencias de todo tipo, desde Baudrillard a Esther Williams, pasando por Gilbert and George o Santa Teresa.

En la exposición que se presenta ahora en la galería Espacio Mínimo, Arregui presenta tres obras nuevas.

La primera de ellas es un vídeo en el que un joven de aspecto andrógino cae al vacío. En el vídeo se intercalan movimientos con otros más abruptos y que insinúan un suicidio. La obra, además, asimila el lenguaje audiovisual de Internet, incorporando los símbolos de carga, reproducción, pausa… De esta forma analiza también las relaciones entre mundo real y virtual.

La segunda obra, Objetos singularísimos, es una serie de esculturas creadas con software 3D y luego llevadas a la realidad en forma de prototipo. Se trata de una obra que de nuevo intenta integrar lo digital con lo manual, explorando nuevas formas artísticas.

La exposición se completa con un proyecto antiguo, Irresistiblemente bonito, en el que Arregui documenta la enfermedad de una joven cuyos huesos sufrían deformaciones. A partir del vídeo real, Arregui creó otro en 3D con el que pretendía reflexionar en torno a cómo una persona puede acabar convirtiéndose en personaje por la intervención de los medios de comunicación.

MANU ARREGUI / Madrid / Hasta el 30 de abril / www.espaciominimo.com