Día sí, día no, los trabajadores de los polígonos industriales del sur de la capital tienen que conducir en zigzag para llegar a la fábrica. Los que van andando también tienen que hacer escalón por la acera. Lo hacen para evitar caer dentro de las alcantarillas, abiertas durante las noches por bandas de saqueadores que roban las tapas para vender el hierro en el mercado negro.

En sólo dos meses (enero y febrero de 2008), el Canal de Isabel II ha tenido que reponer 1.200 de estas piezas en la región (600 robos al mes y 20 cada noche). La empresa de suministro de agua prefiere no decir cuánto dinero pierde por este saqueo. Además, no sólo afecta al Canal, sino que también se llevan tapas de otras galerías de servicios, como luz, gas y telefonía.

Ganan 7,5 € por tapa

En tiempos de crisis, cualquier ingreso es bueno para los delincuentes. Si el hierro de la tapa está mezclado con algún otro material, las chatarrerías clandestinas dan unos diez céntimos por kilo; y si es puro, se pueden pagar hasta 18 céntimos. Lo habitual, según varias empresas del sector, es pagar 15 céntimos por cada kilo. Así, por una tapa de peso medio (50 kg), los ladrones se pueden ganar 7,5 euros.

A ese precio, vender una sola tapa no es rentable. Por ello, cada noche aprovechan para desplumar toda una zona. "Es un robo muy fácil. Llegan dos o tres personas en una furgoneta, meten un gancho en la alcantarilla, la levantan a peso y la cargan en el vehículo", explica Felipe Brihuega, secretario del sindicato policial SUP. "Repiten la misma operación en varios metros a la redonda", añade.

Los robos suelen ocurrir en polígonos del sur de la capital, principalmente en Villaverde, Vallecas y Vicálvaro. "Son zonas menos vigiladas por la Policía y con menos afluencia de gente; también pueden robar en el centro, pero es más difícil", según Óscar Vioque, portavoz de Seguridad de CSI-CSIF. También eligen estos distritos porque están cerca de poblados, como la Cañada Real, donde encuentran chatarrerías ilegales que les compran el material.

En los últimos meses, la vigilancia policial ha surtido efecto. Según datos del Canal, ahora les desaparecen un 25% menos de tapas que hace un año (1.600 robos en enero y febrero de 2008). Los propietarios de chatarrerías dicen que ahora la Policía está más pendiente: "Como ahora el saqueo de cobre está de moda, han intensificado las inspecciones en nuestros locales para buscar material robado", explica el dueño de una chatarrería de Leganés.

La prevención del Canal también tiene que ver con esta disminución. Están empezando a implantar tapas con materiales de poco valor, como el plástico duro. Además, cuando pueden, sellan las alcantarillas con hormigón. Sin embargo, "no podemos hacerlo con todas, ya que dificultaría el acceso en caso de que haya que reparar averías", dicen portavoces del Canal.

Si te caes dentro, paga la empresa

Los ayuntamientos y las empresas de luz, agua, gas o teléfono son los responsables de mantener cerradas las galerías subterráneas. Si las tapas desaparecen, tienen la obligación de reponerlas a la mayor brevedad posible. Si una persona o la rueda de un coche se mete en el agujero, el afectado puede exigir una responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento y éste puede pedir el pago de la indemnización a la empresa. Las caídas en alcantarillas no son habituales, ya que "se actúa rápidamente para señalizar el peligro con vallas o conos", según fuentes policiales.