Vecinos de Vega de Arriba y El Vaticano, en la parroquia de Vega, llevan dos semanas en pie de guerra por el repentino cambio en el trayecto de la línea 16 de los autobuses municipales. Afirman sentirse aislados por Emtusa desde que los buses han dejado de recorrer el camino de Lavandera, para atravesar el camino de La Iglesia.

«Ahora tenemos que caminar unos 20 minutos desde nuestras viviendas hasta la parada más cercana, la de Los Puyos», lamenta Marcelina, vecina de El Vaticano. El mayor problema, según ella, no es ése, sino la inseguridad que hay para aquellos que se dirijan a la parada. Para llegar a ella hay que cruzar una carretera.

«El día menos pensado va a haber un accidente: para llegar a la parada hay un tramo de más de 150 metros sin acera, ni señalización, ni paso de cebra. Por no haber no hay ni marquesina y por ahí pasan muchos coches a gran velocidad», denuncia Marcelina. Cada día, cerca de una decena de escolares utiliza esta línea de bus para trasladarse al centro de Gijón.

Marcelina, como portavoz del vecindario, mantendrá el jueves una reunión con responsables del Ayuntamiento para que escuchen sus reclamaciones. Piden que se restituya la línea 16, o que al menos «acondicionen el acceso a la parada».

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